En abril de 2018 se dio a conocer el caso de violencia contra Alex Skeel de 22 años en ese momento, quien fue víctima de su pareja Jordan Worth.

Durante seis años el joven soportó horrendos ataques físicos y psicológicos de su novia, quien además lo alejó de amigos y familiares.

Luego de que la policía llegara hasta el hogar de los jóvenes, alertados por vecinos, quienes los llamaron tras escuchar los gritos de Alex, la mujer fue detenida y posteriormente fue sentenciada a siete años de cárcel.

Tras el paso de algunos meses, el joven decidió dar a conocer su experiencia, para que otros hombres que viven lo que el enfrentó se atrevan a denunciar, en un documental de BBC, donde además se atrevió a mostrar por primera vez las cicatrices que le dejaron los seis años de maltrato que sufrió junto a Jordan.

“Estuve a 10 días de la muerte”, comentó Skeel tras lograr ser rescatado y alejado de su novia por la policía.

Mientras que en la reciente entrevista, Alex reveló desgarradores detalles de cómo se convirtió en un hombre abusado, y mostró impactantes imágenes de los daños que sufrió, luego de ser atacado con martillos, destornilladores e incluso con agua hervida.

De acuerdo al relato de la madre de Alex, Ged, los problemas comenzaron al inicio de la relación.

“(Ella decía) No me gusta tu cabello así, deberías tener tu cabello así. No me gustan los zapatos que llevas puestos. Pero nunca lo tomé como algo negativo. Era más como, no lo volveré a usar, no la impresionaré”, contó el joven.

Y aunque ignoró los consejos de sus familiares, en una oportunidad intentó finalizar la relación, pero regresaron luego de que ella le anunciara que esperaban a su primer hijo.

“La verdad es que por mucho tiempo estuve ‘nublado’ con todo lo que estaba ocurriendo, porque por años yo la amé”, comentó a Daily Mail.

Entre los ataques que sufrió reveló que en una ocasión la mujer lo obligó a tragar un paquete de pastillas para dormir, en otra oportunidad le cortó los tendones de los dedos de la mano con un cuchillo y le soltó un diente tras golpearlo con un cepillo de peinar roto, ataques que se volvieron recurrentes.

“No tenía dinero, no manejaba, así que al final me arranqué el diente”, dijo Alex, recordando cómo el hecho de ser golpeado con destornilladores, martillos y cuchillos se convirtió en parte de la vida cotidiana.

En este contexto el sargento de la policía Ed Finn, relató que cuando llegaron en su ayuda el baño estaba completamente ensangrentado y que las heridas de Alex por las quemaduras estaban infectadas.

Tras ser trasladado a un hospital, el joven regresó a casa de sus padres, donde se reunió con sus dos hijos, y hoy intenta recuperarse de las secuelas físicas y psicológicas.

“El día que ella fue a la cárcel me sentí tan libre. Fue un alivio masivo. Recuerdo que solo dije que ahora puedo mirar por encima del hombro por primera vez en cinco años sin preocuparme”, comentó.

En el siguiente link puedes revisar las imágenes (ADVERTENCIA: Fotografías pueden herir la sensibilidad de algunas personas).