Un niño que fue lanzado a las frías aguas de un represa logró mantenerse vivo y a flote por más de dos horas para luego ser rescatado por una heroica policía que escuchó sus llantos.

El pequeño Brandon Gitahi fue arrojado luego de que su madre decidiera que no era capaz de cuidarlo ni hacerse cargo de él. La mujer se fue de inmediato, pero afortunada, extraña y casi milagrosamente el abrigo del bebé sirvió como un chaleco salvavidas y lo mantuvo vivo.

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Rodeado por la oscuridad sólo sus desperados gritos y angustiosos llantos permitieron que la sargento de policía, Ruth Cheptoon, quien pasaba por la represa Chinga, en Kenia, pudiera salvarlo más de dos horas después del cruel abandono e intento de homicidio.

Desinteresadamente, la mujer se lanzó al agua y nadó más de 150 metros siguiendo los llantos para localizar al pequeño.

Las imágenes del rescate, que muestran el momento en que dos hombres ayudan a Ruth a sacar al bebé del agua, se viralizaron en redes sociales. En las imágenes se ve que el niño está en condiciones de desesperación y estrés, aunque no sufrió daños físicos.


Denis Munyua|YouTube

Brandon está siendo tratado en un hospital local, mientras la oficial Cheptoon, sigue supervisando su recuperación. Por otra parte, la madre fue rastreada y más tarde arrestada por su criminal acto, consignó Mirror.