El ataque ocurrió hace 16 meses, los mismos que lleva internada en un hospital de la ciudad de Gahanna, Ohio, Estados Unidos. Y eso no es todo, pues pese a que el sujeto ya fue encarcelado, Judy ha perdido la oportunidad de testificar contra él en un nuevo juicio.
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Michael Slager de 41 años, se declaró inocente de la tragedia que afectó a Judy, sin embargo, el tribunal lo condenó a 11 años de prisión por su cruel ataque a la madre de dos niños.
Los médicos, además, han señalado que la mujer aún tiene posibilidades de sucumbir ante la gravedad de las heridas, lo que provocaría que el sujeto fuera procesado por homicidio. La versión original de Slager señalaba que la mujer se había incendiado accidentalmente cuando él prendió un cigarrillo.
En tanto, Judy continúa internada en el hospital y había planeado testificar contra él, sin embargo, un previo acuerdo de la corte, tiró por la borda su posibilidad de enfrentarlo en un nuevo juicio.
La mujer de 33 años definió el ataque como un “acto de absoluta crueldad”. “Nunca pensé que un ser humano podía ser tan malo. Él simplemente se quedó allí, parado, sin hacer nada“, indicó, según consigna el medio estadounidense ABC6.
Desde la cama del hospital, Malinowski quiso hablarle a otras mujeres víctimas de violencia doméstica,a quienes las aconsejó a ‘pedir ayuda’ y ‘correr’.
Cabe destacar que la madre ya había sobrevivido a un cáncer de ovarios, y esta vez perdió dos dedos, sus orejas y también cabello debido al horroroso ataque. Además, ha tenido que someterse a 52 cirugías y ahora habla con susurros debido a los daños que tiene en su tráquea.
Tras 16 meses, Judy continúa en la unidad de cuidados intensivos con heridas abiertas y de consideración en su espalda y trasero. Y debido a problemas respiratorios, no puede tumbarse de estómago para que le curen tales heridas.
Durante la sentencia, la jueza Judy Lynch, quien encarló a Slager, le dijo: “No hay nada que decir de una persona como usted. Realmente parece una de esas personas que no tienen alma“.
