La tragedia, el dolor y la pena se vuelven a posar sobre el fútbol argentino. Rodrigo Espíndola, defensor de Nueva Chicago, club de la primera B trasandina, fue asesinado por delincuentes en un intento de asalto, mediante un método del ‘portonazo’, en su casa en el sector de Monte Grande, Provincia de Buenos Aires.
Cerca de las 23 horas, y según se aprecia en las imágenes obtenidas por Telefe noticias, el deportista entró en su vehículo, su señora y su hijo de sólo 6 meses salieron a recibirlo. Al bajar del vehículo se ve cómo otro sujeto sale del estacionamiento y cómo Rodrigo intenta proteger a su familia del robo. En ese momento uno de los antisociales le disparó en el abdomen.
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Pese a ser trasladado rápidamente, Espíndola falleció cerca de las 1 de mañana en el hospital Santamarina. Los esfuerzos de los médicos resultaron estériles ante lo grave y profundo de la herida causada por la bala.
Las cámaras de seguridad instaladas en el lugar lograron captar parte del momento en que Rodrigo es asesinado por los asaltantes. Advertimos que las imágenes pueden resultar perturbadoras.
El defensor de 26 años fue formado en Chacarita Juniors, tuvo un breve paso Racing y desde el 2014 luchaba por los colores verde y negro de Nueva Chicago. Realmente una tragedia que enluta al deporte latinoamericano, donde este caso, lamentablemente no es único.
El homicidio del colombiano Andrés Escobar tras su autogol en el mundial de 1994, el caso del Paraguayo Salvador Cabañas, el ex Ñublense Alexis Viera, o el joven portero de Colo Colo, Ignacio González, son sólo parte de las víctimas de la violencia y la delincuencia que parece reinar más allá de los estadios.
