Condena del terror: Pastor Cid es golpeado por sus compañeros de celda por insólito motivo
El religioso que hace un par de años vivía el cielo en la tierra como líder de su templo, ahora vive el infierno dentro de la Penitenciaria de Santiago, tras ser condenado a 7 años de presidio por abuso sexual en contra de un menor de 17 años.
Ahora, el pastor recibe constantemente los golpes de sus compañeros de celda, dejando en el pasado cualquier recuerdo de su anterior vida fuera del encierro, según lo acotado por La Cuarta y revelado por su hermana, Érica Cid Castro.
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Las razones de las constantes golpizas se deben a que ronca demasiado fuerte y no deja dormir a sus compañeros de celda, ubicada en el módulo A. Por lo mismo, el pasado lunes, nuevamente fue víctima de los ataques y el martes tuvo que ser ingresado a la posta por fuertes dolores de espalda. “Le pusieron una inyección porque ya no puede ni caminar”, contó su hermana.
Sin embargo, no sólo quedo en eso, sino que Érica aprovechó de contar que uno de los gendarmes se estaba pasando de listo con la situación. ” El malestar no es de las palizas recientes, pues desde que fue brutalmente golpeado por un gendarme, Ricardo no se ha podido volver a parar bien. En el verano el sargento Sanhueza, del módulo B, lo golpeó a tal extremo que le tuvieron que quitar a mi hermano porque de lo contrario lo mataba”, agregó.
Ante todo, la abogada de la familia alzó la voz e interpuso un recurso de protección a favor de Cid, alegando que el odio y la discriminación no forman parte de la condena que se le impuso.
Mientras tanto, el religioso se encuentra con medicación para la depresión y las crisis de pánico que lo aquejan, cuestión que también lo tienen complicado por la falta de ellos, ya que no lo has recibido, puesto que el encargado de la Penitenciaria estaba de vacaciones, según lo informado al medio por la abogada familiar.
Por su parte, Gerdarmería afirma que se produjo el incidente entre Cid y el funcionario, pero que ellos se enteraron al ser presentado el recurso de protección y que se entrevistó al recluso, el cual desmintió todo, dejándolo como sólo una discusión en la que se usaron palabras fuertes.