La niña de 11 años que dio a luz luego de ser violada por su padrastro, en un caso que provocó conmoción mundial, se recuperaba este sábado a la espera de abandonar un hospital de Asunción, dijo a la AFP una fuente médica.
“La niña se recupera de un parto con cesárea, normal, sin complicaciones”, dijo el sábado a la AFP Dolores Castellanos, jefa del Área Niñez y Adolescencia del hospital de la Cruz Roja de la capital paraguaya.
La pequeña, que quedó embarazada a los 10 años y en mayo cumplió 11, tuvo el jueves una beba de 3,5 kilogramos que se llama Milagros.
Según Castellanos, la mamá de Milagros tendría el alta médica este domingo, pero todo dependerá de la Jueza del Menor.
El caso conmocionó al mundo en abril cuando las autoridades paraguayas rechazaron que se le practicara un aborto a la menor, lo que generó pedidos de varias organizaciones humanitarias.
La negativa del ministro de Salud, Antonio Barrios, fue respaldada por la mayoritaria Iglesia católica, la justicia y grupos civiles antiabortistas en el país sudamericano.
De su lado, expertos de Naciones Unidas consideraron que el gobierno paraguayo no había actuado para asegurar el interés superior de la niña”.
“Jamás estuvo en riesgo su vida, si bien el embarazo adolescente implica un riesgo al igual que todos los partidos a cualquier edad pueden complicarse”, respondió Castellanos a la AFP, al ser consultada sobre las denuncias.
La médica gineco-obstetra tiene 23 años de experiencia en embarazo adolescente y siguió la evolución de la niña desde su ingreso al hospital.
Erika Guevara, directora para América de Amnistía Internacional, se sumó a las críticas y aseguró que la niña “tiene suerte de estar viva”.
En Paraguay el aborto está prohibido, pero puede realizarse el llamado aborto terapéutico.
Al respecto, Castellanos recordó que el embarazo fue detectado a los cinco meses de gestación y que “solo hasta las 12 semanas es posible técnicamente hacer un aborto terapéutico”.
El caso se descubrió en abril cuando la madre llevó a su hija al médico con la sospecha de que tenía un tumor en el estómago.
El padrastro está detenido en un penal asunceño a la espera de un juicio por violación, delito que prevé una pena de entre 12 a 15 años de cárcel.
No se trata de un caso aislado, ya que en el hogar de adolescentes embarazadas del centro médico hay otras dos niñas de 12 años, abusadas una por su propio padre y la otra por su cuñado, próximas a dar a luz.