Destrozados quedaron los padres de la pequeña Lilly de 18 meses, quien murió luego de que su coche rodara cerca de la línea férrea por el que pasaba un tren de alta velocidad. El incidente ocurrió en una estación ferroviaria de la ciudad de Linz (Austria).

Su padre, Mark McElligot (35), relató los hechos que los llevaron a sufrir tan trágica pérdida. “Acababa de comprar un nuevo auto, el cual tenía cambio automático en vez de manual. Mi esposa no se sentía cómoda conduciéndolo, por lo que decidió tomar un tren a la ciudad”, relató al diario inglés Mirror.

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“Lilly era una típica niña pequeña y quería probarlo todo, pero estaba perfectamente bien ese día y se metió en el cochecito sin problemas. Mi esposa fue al paradero, pero tenía sólo 20 euros en billetes, que intentó poner en la máquina, pero no había cambio”, continuó contando.

Mirror UK
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La mujer le preguntó a una joven si tenía monedas para cambiarle, pero no hubo caso, por lo que intentó comprar el pasaje en otra plataforma. Hasta que de pronto “encontró dos euros en el bolsillo de su cartera y decidió dejar a Lilly sola por un par de segundos para conseguir el pasaje y volver corriendo a las escaleras”, agregó.

Aunque le puso el freno al coche, pronto pasó un veloz tren, el cual “absorbió” el carrito y empujó a la niña directo hacia un vagón, el cual la golpeó de lleno. “La mató instantáneamente”, concluyó visiblemente en shock.

Como la mujer de 33 años dejó sola a la niña, se inició una investigación para determinar su grado de culpabilidad y si la situación amerita penas. Su esposo es enfático al decir “fue un trágico accidente y no hay nadie a quien culpar”, explicó.

Actualmente, su familia reúne dinero a través de un sitio web, para así poder pagarle un buen funeral a la pequeña niña. Una semana después, otro chico murió de manera similar, pero en la ciudad de Zurich.