El hijo mayor de la presidenta Michelle Bachelet, declaró el pasado 13 de abril como imputado en el marco de la investigación por el millonario negocio de especulación inmobiliario de la empresa de su esposa, Caval. En su declaración, asegura que su madre no tuvo conocimiento de la compra y no descartó acciones legales.

Recordemos que Sebastián Dávalos Bachelet llegó a la fiscalía de Rancagua, en medio de un fuerte resguardo policial que evitó el agobio que sufrió su esposa al hacer el mismo trámite.

Sin hacer declaraciones, y en medio de algunas protestas, Dávalos se retiró de la fiscalía cuatro horas después sin que hasta ahora se supiera parte de lo declarado. No obstante, este miércoles El Mercurio publicó parte de la declaración entregada al fiscal Toledo.

En dicha diligencia, Dávalos aseguró desconocer los negocios de la empresa propiedad en un 50% de su esposa, Natalia Compagnon. “Respecto a la adquisición de los predios de Machalí me enteré en 2013, no sabía que era el negocio más importante de Caval, desconocía absolutamente los montos con los que trabajaba Caval”, señaló.

En ese sentido, insistió que su madre, la presidenta Michelle Bachelet, tampoco tuvo conocimiento de los negocios de Caval. “Mi madre no ha tenido participación ni conocimiento de adquirir, adquisición o venta de predios en Machalí ligados a Caval, ni mientras era candidata a la Presidencia de la República”, sentenció.

En ese sentido, agregó que “en reuniones familiares nunca hemos tratado respecto a este tema, solamente últimamente como es noticia, hemos hablado del tema por el daño que se ha causado a nuestra familia”.

Por último, Dávalos acusó un “un daño inmenso” tras haber sido vinculado al escándalo que le costó su salida desde la Dirección Socio Cultural de La Presidencia, no descartando acciones legales.

“Me reservo acciones legales que cuando pueda ejercer no dudaré en hacerlo. Destrozaron mis diez años como funcionario público”, agregó. “Ha sido espantoso y lo peor es que ha sido absolutamente gratuito”, se lamentó.

Recordemos que Compagnon y Dávalos son investigados por el eventual “uso de información privilegiada” y “tráfico de influencias” tras la compra de terrenos en la ciudad de Machalí, que luego se vendieron a un mayor precio, por un proyectado cambio en el uso de suelos.

Para hacer la transacción, Dávalos y Compagnon se reunieron con uno de los dueños del Banco de Chile y uno de los hombres más poderosos de nuestro país, Andrónico Luksic, quien otorgó el crédito por 10 millones de dólares que permitió la compra de los terrenos.

El negocio se hizo por medio de la empresa Caval, de la cual Compagnon es dueña de un 50% y Dávalos se desempeñaba como gerente de proyectos hasta antes de que su madre llegara al gobierno en marzo de 2014.

La revelación del negocio provocó que el hijo de Bachelet renunciara al cargo no remunerado que ejercía en el gobierno de su madre, al frente de las organizaciones sociales, junto a una brusca caída en la popularidad de la mandataria socialista.