Eclipsado por la fama global de José Mujica y arropado por miles de uruguayos, Tabaré Vázquez asumió el domingo la presidencia de Uruguay con el reto de mantener la expansión económica y llevar marihuana a las farmacias, una herencia que incomoda a este abanderado antitabaco.

Como hace cinco años, Mujica y Vázquez protagonizaron el cambio de mando pero esta vez fue el médico el que recibió la banda de manos del popular ‘Pepe’ iniciando el tercer mandato de izquierda en la historia del país.

De impecable traje oscuro y hablar pausado, tras lamentar cómo “la violencia, el miedo, terror” campean en el planeta, Vázquez dedicó la mayor parte de su discurso a recordar el pensamiento del prócer nacional José Artigas, para prometer que valores como la igualdad, la libertad y la tolerancia “serán referentes” de su gobierno.

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Vázquez llega a la presidencia “como hace diez años, decidido a concretar”, según el politólogo Adolfo Garcé, en declaraciones a la estatal radio Uruguay.

La capacidad ejecutiva de este oncólogo, empresario y masón quedó demostrada pocos días después de vencer en segunda vuelta al centroderechista Luis Lacalle Pou -con el 53,6% de los votos- al anunciar a su gabinete sin consultar a Mujica ni respetar cuotas políticas.

El mandatario planea anunciar por la noche las primeras disposiciones de su gobierno, que incluirán mejorar la gestión de gobierno, crear un sistema nacional de cuidados y un impuesto a las grandes extensiones de tierra.

Mujica protagonista

Lejos de perder protagonismo como presidente saliente, Mujica siguió atrayendo las cámaras en sus últimas horas como gobernante.

Con su habitual vestimenta informal, poco después de las ocho de la mañana ‘el Pepe’ salió de su modesta chacra (casa rural) para realizar su caminata diaria. Luego trabajó en su tractor hasta que arribó el cineasta serbio Emir Kusturica y su equipo, que lo ha seguido a sol y sombra en los últimos días para completar el rodaje de un documental dedicado a su persona.

A media mañana, ya de impecable traje gris, el ex guerrillero se subió a su también famoso Fusca celeste -que no condujo- para dirigirse a la céntrica plaza Independencia, donde entregó la banda presidencial a Vázquez.

Charo Baroni, que se acercó a la plaza para decir adiós a Mujica, cree que el estilo y las decisiones de Mujica marcaron “un antes y un después” en Uruguay.

“Es el mejor presidente que hemos tenido. Me da pena que se vaya, Tabaré también es bueno, pero el Pepe, es el Pepe”, dijo a la agencia AFP una dueña de casa de 66 años.

Mujica fue electo senador por lo que seguirá teniendo activa participación política en este país de 3,3 millones de habitantes.

Además de Correa, asistieron al cambio de mando los presidentes Michelle Bachelet, Dilma Rousseff de Brasil, Raúl Castro de Cuba, Horacio Cartes de Paraguay y Ollanta Humala de Perú.