El Servicio de Salud Arauco, es un ejemplo en interculturalidad pues es esta es la segunda vez que entregan la placenta a una madre para que actúe conforme a sus tradiciones.

Esta vez, la experiencia se registró en el Hospital Kallvu Llanka de Cañete, donde Luisa Lincopi, madre de la joven, aseguró estar muy agradecida del recinto pues la iniciativa les permite recuperar sus antiguas tradiciones. “Siento orgullo de que se nos entregue la placenta porque permitirá que mi nieto crezca sanito”, declaró feliz la mujer, según consigna BioBioChile.cl.

José Luis Lincoñir, director del recinto asistencial, señaló que “desde nuestra condición de hospital intercultural la entrega de esta placenta tiene mucha importancia, porque significa terminar un ciclo que significó elaborar un protocolo de entrega y, por tanto, este es un hito para el establecimiento”, destacó.

Por su parte, Elizabeth Raiman, gestora intelcultural, señaló que “esta ceremonia se había perdido, pero estaba presente en los relatos y por lo mismo se ha venido gestionando desde hace algún tiempo en conjunto con las comunidades recuperar este ritual tan relevante para el arraigo del recién nacido con la tierra”. explicó.

La tradición consiste, según explica Lincopi, en enterrar la placenta junto a un árbol para que los recién nacidos tuvieran buena salud, en los tiempos en que los mapuche no tenían sus hijos en el hospital. “La enterraremos junto al canelo de nuestra casa”, indicó.

En este contexto la matrona supervisora del hospital cañetino, Paulina Palma, apuntó que “esto viene a coronar un trabajo que se venía gestando desde hace tiempo, y estamos muy felices que la solicitud de la placenta se haya dado desde una usuaria porque significa que se está comenzando a recuperar esta antigua tradición mapuche”.

Cabe recordar que la primera placenta se entregó el pasado 11 de noviembre, a una familia compuesta por Cecilia Henríquez y Ramón Llanquileo, en el Hospital de Curanilahue.