Un talentoso participante de The Voice se mantiene cumpliendo la medida de arresto domiciliario parcial, desde que comenzó su paso por el formato televisivo.

De la mano de José Luis ‘Puma’ Rodríguez, ha logrado instalarse en la competencia del programa de Chilevisión; hablamos de Dany Álvarez.

Según precisó Tiempo X, el artista oriundo de Concepción cumple con la medida cautelar por estar conduciendo en estado de ebriedad y sin licencia de conducir.

Lo anterior, se traduce en que Álvarez trabaja durante el día y cumple su pena durante la noche, reinsertándose poco a poco en la sociedad.

Esto último, ya que definió su llegada a The Voice como “una segunda oportunidad”, luego de que su hermana lo inscribiera en las audiciones a ciegas.

Dany Álvarez, el talentoso participante de The Voice

Con 43 años de edad, Dany si bien es oriundo de la región del Biobío, actualmente reside en la ciudad de La Calera junto a su esposa y sus dos hijos.

Allí, trabaja como cantante callejero de boleros y rancheras, recorriendo diferentes sectores del borde costero de la ciudad durante la hora de almuerzo para impresionar con su voz.

“Estuve durante muchos años privado de libertad. Hoy he cambiado mi vida por la música, y así Dios me ha ayudado y me ha abierto las puertas”, reveló Álvarez en las audiciones ciegas, quien tras recibir el apoyo de los coaches enfatizó: “Nunca es tarde para arrepentirse para pedir perdón”.

“Soñé con un futuro como este cuando estaba en la cárcel”

De acuerdo al citado medio, Dany Álvarez tiene varios antecedentes por robos e incluso una condena por incidentes con Carabineros relacionados con una banda de narcotraficantes.

En ese entonces, se aseguró que el hombre apuntó con un arma a los funcionarios, pero no se logró comprobar, por lo que la causa prescribió.

Debido a ello, estuvo durante varios años privado de libertad, pero fue el canto lo que lo ayudó a seguir adelante por él y su familia.

Todo gracias a una profesora del Complejo Penitenciario de Valparaíso, quien al conocer su talento lo incentivó a participar en un festival de la voz, el que ganó.

“Me ayudó en la reinserción social, y a recuperar mi libertad”, cerró.