A finales de febrero, Canal 13 estrenó el tercer ciclo de Aquí se baila, el cual nuevamente fue comandado por Sergio Lagos.
En diálogo con Página 7, el conductor entregó detalles de la trastienda del estelar de talentos. “Pareciera que hubo muchas ganas de que volviéramos, como que hubo cierta espera, y creo que tiene que ver con que las dos primeras temporadas lo disfrutamos mucho, fue muy apasionante vivirlo”, dijo.
También puedes leer
Con respecto a su labor en el espacio, el animador mencionó que uno de los temas centrales para él es “estar al día con esta suerte de convivencia que se da”.
“La función del programa dista mucho de ser solo el momento en que se graba, ya que hay ensayos y procesos que se van dando durante gran parte del día”, afirmó.
A lo anterior, el rostro de Canal 13 destacó que pese a que van un poco más de 9 capítulos grabados, ya comenzó a surgir el desgaste físico y psicológico de los participantes.
“La preparación tiene que ver con eso, ir leyendo la textura de lo que va ocurriendo en la interna”, indicó.
Sergio Lagos y su rutina durante las grabaciones de Aquí se baila
Por su parte, sobre su rutina diaria, el presentador señaló que “llego en la mañana, estoy desde temprano, tipo 11 de la mañana, grabamos a las 14 o 15 horas, a veces un poco antes, el resto es escribir los textos, imaginarse y conversar con respecto a los personajes y así estar al día con lo que va pasando”.
“Le pongo mucho cuerpo y voz a la conducción, y todavía no sé trabajar bien ese aspecto, por ejemplo, grabamos dos capítulos y se hace súper pesado, el otro día me fui afónico de acá”, mencionó.
En ese contexto, el periodista contó cómo se cuida. “Si tú me preguntas en los términos prácticos, es lo que más me preocupa. Tomo mucho jugo, miel, pastillas de propóleo, jengibre, té, esas son nuestras recomendaciones”, expresó.
Finalmente, y tras visitar uno de los camarines de Sergio Lagos en Canal 13, el animador se refirió a un singular detalle que llamó la atención, ya que escribe gran parte de su libreto en los espejos de la habitación para memorizarlo, pues no utiliza teleprónter.
“Toda la vida, desde que me ha tocado enfrentar procesos de conducción, voy a la palabra para intentar primero escribir y luego, cuando tienes el texto medianamente trabajado, puedes enfrentarlo con cierta tranquilidad”, explicó.
“En general, tengo todos los vidrios de este y otros camarines rayados”, cerró.
¿Qué te parece su técnica?
