A dos días de culminar su mandato, el presidente Sebastián Piñera realizó una cadena nacional en la que se refirió a distintos hitos de su segunda administración.

En la oportunidad, Piñera reflexionó sobre el estallido social de octubre de 2019, la pandemia por COVID-19 que obligó a tomar una serie de medidas de cuidado a contar de marzo del 2020 en Chile y la redacción de la nueva Constitución.

“Llevamos 40 años enfrentándonos y dividiéndonos por la Constitución del ’80, no queremos pasar los próximos 40 años enfrentándonos y dividiéndonos por la nueva Constitución”, comenzó.

Además, el Mandatario aseguró que “me preocupa el excesivo afán refundacional e identitario de amplios sectores de la Convención Constitucional”.

Chile no nace con esta Convención, Chile tiene una historia y nuestra nación es mucho más que la suma de sus partes. Debemos fortalecer y no debilitar la unidad del país”, agregó.

“También me preocupa debilitar al Poder Judicial, debilitar la igualdad ante la Ley, suprimir al Senado de la República, que siempre ha cumplido un rol muy fundamental”, continuó.

Adicionalmente, puntualizó que “tampoco es bueno restringir las libertades de las personas como la libertad de conciencia, la libertad de religión, la libertad de expresión o la libertad de los padres de formar y elegir la educación de sus hijos. También, no es bueno debilitar la libertad de emprendimiento o el derecho de propiedad”.

Me preocupa la falta de claridad y fortaleza de algunos sectores en condenar clara y categóricamente la violencia y además aquellos que de una u otra forma la justifican, amparan o la promueven”, enfatizó.

“No hay violencias buenas o malas, todas son malas”, destacó y agregó que si no se enfrentan “estos males” terminarán contagiando y debilitando la democracia, sociedad y sana convivencia.

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