La polémica partió el 29 de diciembre, cuando Cecilia Gutiérrez realizó una transmisión en vivo desde su cuenta de Instagram, donde conversó con Antonella Muñoz, expareja de Iván Cabrera.

Las fuertes acusaciones que hizo la joven en contra del bailarín se replicaron en diversos medios de prensa, y él anunció acciones legales antes de desaparecer por unas semanas de las redes sociales, además de quedar fuera del estelar Aquí se baila, de Canal 13.

Ahora, en medio del desmentido que hizo Antonella en su propia cuenta de Instagram, lamentó haberse “asesorado con gente que no debía”, sin pensar en las consecuencias y daños colaterales.

Pero además culpó a la “farándula chilena” de querer dañarla no solo a ella y su familia, sino también la “honra” de Iván Cabrera.

Por lo mismo, la panelista de Zona de Estrellas se refirió al tema en sus redes, y si bien respetó el derecho de la joven de retractarse de sus dichos, aseguró que no le parecía correcto “que culpe a la farándula, porque al hacerlo indirectamente me inculpa a mí”.

Además, señaló que en ningún momento hubo presiones para la entrevista, y que de hecho fue Muñoz quien la buscó y le envió material que respaldaba su testimonio.

¿Cuáles son las pruebas?

En conversación con Andrés Caniulef, la periodista habría dado mayores detalles al respecto, las que fueron conversadas en el programa Me Late.

“Cecilia me dijo ‘prefiero no entrar en detalles, pero si esas imágenes las requiere la justicia, ahí las voy a proporcionar’“, contó el panelista de farándula.

Además, detalló que se trataría de material audiovisual que probaría todo, y habría motivado la conversación que se dio en el Live: pantallazos de conversacioens, fotos y videos que le envió Antonella antes de contar su testimonio.

Si bien no dice qué tipo de imágenes son, la periodista sí dejó en evidencia que serían muy decidoras en una posible investigación judicial.

Por último, Caniulef le preguntó qué pensaba de la mirada crítica, tanto moral como ética, que ha tenido la gente respecto a lo sucedido. “Lo entiendo y lo resiento. Es parte del trabajo, pero yo no hago nada malo”, concluyó Gutiérrez.