Roberto Cazzaniga es el nombre del voleibolista italiano que ha aparecido en varios medios internacionales, pues durante 15 años fue estafado por una mujer que, de manera casi increíble, le hizo pensar que tenía un romance virtual con Alessandra Ambrosio.
El hombre de 42 años relató su historia al programa local Le Iene, donde indicó que el engaño era además una estafa, y que por lo mismo hoy mantiene una gran deuda con el banco.
Hace más de una década, Cazzaniga conoció a través de redes sociales a Maya, una joven brasileña con quien mantuvo contacto por llamadas de voz y mensajes.
Pero en las conversaciones la mujer le enviaba fotos de la supermodelo, conocida por su participación en los icónicos desfiles de Victoria’s Secret.
Como el deportista no conocía a la famosa maniquí, creyó todo ese tiempo la mentira que inventó Maya.
Deudas y sospechas
Roberto fue acumulando deudas superiores a los 600 millones de pesos chilenos por costosos regalos que le enviaba a su novia, y por transferencias de dinero que le hacía constantemente para ayudarla con un tratamiento por una supuesta enfermedad cardíaca.
“Un día estaba en la habitación, a oscuras. Lo veo llorar, le pregunto qué tiene y me dice que se ha enamorado de una mujer que está en cuidados intensivos por una operación de corazón, y no puede ir a verla al hospital porque podría enojarse”, detalló su hermano Danilo al sitio Marca.
Las sospechas solo llegaron luego de que sus colegas le hicieran notar que era muy raro que no conociera a su novia de tantos años.
Entonces, le pidió a la mujer ir a verla a Brasil y hablar por videollamadas, pero tras varias insistencias, Maya lo bloqueó de redes sociales.
Proceso judicial
El medio italiano Corriere Della Sera indicó que la policía llevó adelante una investigación para rastrear a la persona que recibió los depósitos millonarios.
El pasado mes de octubre confirmaron que se trataba de una mujer de 50 años llamada Valeria, que de hecho vivía en Cerdeña. Con esos datos pudieron detenerla para que enfrente a la justicia por el delito de estafa.
Roberto Cazzaniga, por su parte, espera poder pagar las deudas que tiene con el banco por este falso amorío.
“Roberto es una víctima a la que hay que respetar. No hay que compadecer ni burlarse: esta es una historia que también le puede pasar a otros porque hay debilidades humanas y trampas de la existencia“, concluyó su técnico Paolo Cozzi.
