Erica Parsons nació el 24 de febrero de 1998 en Salisbury, Carolina del Norte, en Estados Unidos. Su madre, Carolyn, quien tenía otros tres hijos y se había separado de su esposo Steve, decidió darla en adopción.

La pequeña fue acogida cuando era bebé por la cuñada de Carolyn y hermana de Steve, Casey Parsons, y el marido de esta, Sandy Parsons.

Carolyn estuvo visitando de manera frecuente a su hija, hasta que en 2011 la vio por última vez. A finales de aquel año, la niña desapareció misteriosamente sin dejar rastro alguno y todas las miradas apuntaron al matrimonio que la tenía a cargo.

Denuncia

Más aún cuando James, hijo biológico de la pareja, denunció en 2013 a la policía que su hermana adoptiva había desaparecido dos años antes, informó el medio local WMBF News.

Incluso, el joven de 19 años en aquel momento le dijo a los agentes que Erica era víctima de constantes castigos, que había sido abusada y tenía la sospecha de que podrían haberla asesinado y enterrado en el jardín.

James relató que la última vez que vio a Erica fue el 19 de noviembre de 2011. Cuando despertó a la mañana siguiente, sus padres y la niña no estaban en casa, lo cual era inusual.

Cuando el matrimonio regresó sin la menor de edad, sintió que algo no andaba bien. “Mamá se veía normal”, dijo, mientras que su padre “se veía enfermo, como si estuviera a punto de vomitar”.

Investigación

Tras la denuncia, se dio inicio a la investigación para dar con el paradero de la pequeña. El primer objetivo fueron los padres adoptivos.

La versión que entregaron respecto a su paradero, fue que la habían ido a dejar a Carolina del Norte donde su abuela biológica, Irene Goodman, con quien iba a vivir desde ese momento.

Sin embargo, la investigación de la policía arrojó que el padre biológico de Erica había perdido a su madre en 2005 y, además, no se llamaba Irene, por lo que la versión del matrimonio era imposible que fuera cierta.

En paralelo, la pareja acudió en 2013 al programa de televisión local Dr. Phill a contar su versión sobre los hechos y pedir ayuda para encontrar a la niña. Incluso, describieron la supuesta casa de su abuela donde se encontraba Erica.

Arresto

De acuerdo a The Charlotte Observer, el 30 de julio de 2014 se produjo el arresto del matrimonio Parsons, pero no por la desaparición de la pequeña, sino que por fraude federal.

Una acusación formal alegaba que desde febrero de 2010 hasta agosto de 2013, Sandy y Casey cometieron fraude fiscal, robo de fondos gubernamentales, robo de identidad y conspiraron para defraudar al gobierno.

El 17 de marzo de 2015, Casey y Sandy fueron condenados por fraude a 10 y 8 años de prisión, respectivamente.

Hallazgo y condena

El cuerpo de Erica fue encontrado en septiembre de 2016, cinco años después de su desaparición. Ya en prisión, Sandy, el padre adoptivo, le confesó a la policía dónde enterró a la menor.

Los restos óseos de la pequeña estaban en una tumba improvisada cerca de la casa de la madre de Sandy, en Carolina del Sur.

La autopsia reveló múltiples lesiones en los huesos. Erica sufrió fracturas en la nariz, mandíbula, parte superior del brazo derecho y también lesiones en costillas y vértebras.

Captura | Los padres adoptivos de Erica
Captura | Los padres adoptivos de Erica

El 2 de agosto de 2019, Casey Parsons se declaró culpable de asesinato en primer grado y abuso infantil por la muerte de Erica.

“Dios me dio un regalo precioso, una niña Erica, y él había confiado en mí para cuidarla, y yo le fallé y le fallé a Erica, le fallé horriblemente”, dijo Casey, que fue condenada a pasar el resto de su vida en prisión, consignó el medio local WCNC Charlotte.

Sandy, en tanto, se declaró culpable de asesinato en segundo grado y otros cargos de abuso. El hombre fue condenado a 53 años de prisión.

Durante la audiencia, los fiscales describieron el historial de abusos que enfrentó Erica, el que incluía estar encerrado en un armario, golpizas y hasta ser alimentada con comida para perros.