El curioso caso de Dave Smith. Podría ser el nombre de una película, pero es que lo que vivió este británico de 72 años, limita en lo insólito: luchó casi 10 meses contra el COVID-19, siendo hospitalizado en siete ocasiones.
“Mi esposa comenzó a organizar un funeral cinco veces “, dice eSmith en conversación con el medio inglés The Guardian, dando cuenta de su infección con coronavirus, la más larga a la fecha.
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“Llamé a toda la familia para hacer las paces con ellos. Ojalá hubiera mantenido la boca cerrada ahora“, bromea nuevamente el longevo hombre, que durante todo ese tiempo se sometió a 42 exámenes PCR.
Sin embargo, este instructor de manejo, logró reponerse a la enfermedad, curándose con el mismo cóctel de anticuerpos que se utilizó usó para tratar al expresidente estadounidense, Donald Trump.
Cabe señalar que Smith tenía bajos niveles de anticuerpos neutralizantes de virus, debido a un tratamiento contra la leucemia linfocítica crónica en 2019.
“Estaba totalmente agotado de energía y perdí mi sentido del olfato. Me hice una prueba de COVID en abril, cuando me llevaron al hospital porque desarrollé una infección en el pecho”, dijo Smith, quien se ha desempeñado como extra de televisión en programas como Casualty y Only Fools and Horses.
“Tienes más miedo de vivir que de morir”
A partir de ahí, registró varias hospitalizaciones por su delicado estado de salud en donde bajó 10 kilos. “En un momento estuve postrado en cama durante dos o tres meses. Mi esposa tuvo que lavarme y afeitarme en la cama porque no podía levantarme“, afirmó.
“A veces pensaba ‘desearía que me llevaran en medio de la noche, porque ya no puedo seguir. Llegas al punto en el que tienes más miedo de vivir que de morir“, agregó, indicando que comenzó a sentirse mejor cuando recibió la terapia de anticuerpos Regeneron.
“Estaba muy contento porque por primera vez en meses le preparé una taza de café a mi esposa. Fue la primera vez que pude hacer algo por ella, en lugar de que ella hiciera todo por mí”. declaró al citado medio.
Finalmente, Smith admite que “nunca estaré al 100% porque el COVID ha destruido mis pulmones, así que me quedo sin aliento bastante rápido. Pero cada día que vivo ahora es una ventaja. Siempre digo que cuando estás acostado en la cuneta, todo lo que puedes ver son las estrellas. He bajado hasta el fondo y todo es brillante ahora”, sentenció.
