Preocuparse por problemas financieros, familiares o de salud, más en tiempos de pandemia, puede ser algo normal. Sin embargo, cuando estas situaciones generan una preocupación extrema, podríamos estar ante un trastorno de ansiedad generalizada.

De acuerdo al Instituto Nacional de Salud Mental de Estados Unidos, este trastorno, que tiene un desarrollo lento y puede comenzar durante la adolescencia, podría ser hereditario,  y aunque no están del todo claro sus detonantes, existen algunos síntomas a los cuales prestar atención.

Una excesiva preocupación por actividades cotidianas; problemas para dormir; asustarse fácilmente; sentirse cansado todo el tiempo; y sufrir de dolores de cabeza, musculares, y/o estomacales, sin razón aparente, son algunos de ellos.

“El problema con la ansiedad es que puede contribuir a la dificultad para pensar con claridad, comunicar la angustia de manera eficaz y encontrar soluciones”, dice a Insider, Sabrina Romanoff, psicóloga clínica del Hospital Lenox Hill, centro médico de investigación y académico ubicado en Nueva York.

Cómo apoyarlos

Por lo mismo, es que si tienes a alguna persona que vive con esta condición y deseas ayudarle, existen una serie de factores que debes tomar en cuenta para hacerlo de la manera correcta. En este contexto, la psicóloga clínica Aimee Daramus, brinda cuatro importantes consejos.

1.- “Ayúdalos a sentirse seguros: intenta decir: ‘Aquí mismo, ahora mismo, nada puede lastimarte’ o ‘estoy aquí, me sentaré contigo mientras intentas relajarte'”, afirma la especialista al citado medio.

2.- “Háblales a través de una visualización: ‘¿Recuerdas la vez que fuimos a la orilla del lago? Piensa en lo hermoso que era. Cuéntamelo'”, recomienda Daramus.

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3.- “Utiliza la conciencia plena: ayuda a atraer su atención al ‘aquí y ahora'”, aconseja. Además, plantea que puedes elegir un objeto y hacer que lo examine con la mayor cantidad de sentidos posible.

4.- “Pon las cosas en perspectiva”, comenta. Por ejemplo, Daramus recomienda preguntarles “¿Qué tan grande se siente este problema en este momento, en una escala del uno al 10? Tras esto puedes comentarle que se encargue de cierta parte del problema en ese momento y que se preocupe por el resto más adelante.

Errores comunes

Y así como existen algunos consejos para comunicarte con alguien con ansiedad, también existen errores que deberías evitar.

“Decirle a una persona que se siente ansiosa que se calme puede empeorar una mala situación. Es como decirle a alguien que está parado bajo la lluvia que deje de sentir la lluvia“, dice Jeffrey Cohen, profesor asistente de psicología médica en el Centro Médico de la Universidad de Columbia.

Por lo mismo es que Romanoff detalla algunos comentarios que es mejor reformularlos o bien guardárselos.

1.- “Deja de preocuparte por eso”

De acuerdo a la experta, “esta respuesta no es constructiva. Implica que la persona que sufre de ansiedad está eligiendo esta respuesta. Le echa la culpa a la persona que está luchando y también sugiere que puede encenderla y apagarla libremente como un interruptor de luz. No es así como funciona la ansiedad”, sostiene.

2.- “Eres una persona ansiosa”

Según Romanoff, “nadie quiere ser etiquetado por algo que le causa un inmenso estrés y dolor. Marcar a una persona en función de sus síntomas de ansiedad puede ser perjudicial para su autoconcepto”, afirma.

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3.- “¿Por qué estarías ansioso por eso?”

Esta respuesta implica que no deberían estar ansiosos y que su respuesta no está justificada. “Al decir esto, se está posicionando contra la persona, en lugar de alinearse con ella contra su ansiedad”, dice Romanoff.

Cabe recordar que la ansiedad tiene causas que muchas veces escapan al control de la persona, como factores genéticos, un trauma infantil u otras condiciones de salud, explica la especialista.

4.- “Solo no pienses en eso”

Al decirle esto “implica que su ansiedad puede resolverse fácilmente. Una persona con ansiedad probablemente conoce la forma más fácil de resolver su problema, pero siente que no puede hacerlo“, asegura Romanoff.

Lo único que se podría conseguir con esta actitud es que “con el tiempo, dejen de acudir a ti y de compartir lo que los aflige”, sentencia la psicóloga.