El pasado viernes, un adulto mayor, identificado como Roberto Paz, irrumpió en la Municipalidad de Rancagua con lo que, en primera instancia, se pensó era un arma. El hombre incluso llegó hasta la oficina del alcalde Eduardo Soto.

Además portaba una serie de palos con cables que se asimilaban a dinamita, lo que obligó a la evacuación inmediata del edificio. No obstante, con el correr de las horas, la policía confirmó que su arma era de aire comprimido y la supuesta dinamita no era tal.

Más tarde fue la municipalidad la que liberó la conversación que sostuvieron Roberto y el jefe comunal de Rancagua, en donde el primero le hizo saber al edil el drama por el cual atravesaba.

Roberto expresó que mantenía un desprendimiento de retina que lo estaba dejando ciego y que no ha recibido hora para una operación. En conversación, con CHV Noticias, también denunció otros problemas de salud que lo quejan y que no han tenido solución.

“El pulmón está tan afectado, la columna, que tengo que dormir sentado. Yo no quiero lástima, yo cuento lo que me pasa“, aclaró el hombre que dice llevar 18 años de enfermedad sin ser tomando en cuenta.

Esto último, acusa que se debe a la alta exposición con arsénico cuando trabajaba en minería. Él dice que nunca se le aplicó la ley de seguro contra accidentes. “Nunca se aplicó y nadie me escuchó y esto que hice fue para que me escuchen, nada más. Esa fue la finalidad”, sostuvo.

Durante el fin de semana, el edil de Rancagua fue hasta la casa de Roberto para ayudarlo. “Seguramente ha golpeado muchas puertas, como les sucede a muchos adultos mayores en el país y en un momento de desesperación, él que pensó que atendiéndolo yo, podría darle solución a sus problemas“, dijo Soto.

alcalde eduardo soto
CHV

No soy quién para juzgar si fue la forma adecuada o no, pero le agradezco que haya tenido la confianza de ir a hablar conmigo”, sentenció el alcalde.