Una tragicómica historia se ha viralizado recientemente y tiene a un perro llamado Bill como protagonista. Su ‘amo’ estaba preocupado por su salud, ya que cuando caminaba a su lado este cojeaba.

Russell Jones no entendía qué pasaba con su fiel amigo, por lo que no dudó en llevarlo al veterinario.

Los costos de la atención veterinaria y los exámenes superaban las 300 libras esterlinas (cerca de 300 mil pesos) y, sin cuestionarse, este hombre pagó cada proceso por el que tuvo que pasar su mascota.

De esta manera, pagó los costos honorarios y radiografías para descartar fracturas en su pata, lo que podía ser uno de los motivos de su cojera.

Sin embargo, para la sorpresa del hombre que vive en Londres, según consigna el medio Daily Mail, el perro simplemente estaba imitando su actuar, dado que Russell llevaba un yeso en su pierna hace unos días.

Todo esto se pudo observar en el vídeo que el dueño de Bill, el simpático y empático canino, subió a su cuenta de Facebook, mismo que iba acompañado de un pequeño texto en el que menciona los gastos realizados para descubrir que su leal compañero le estaba imitando por simpatía.

“Me costó £ 300 en honorarios veterinarios y radiografías, nada malo, solo simpatía. Lo amo”, expresó.

Los cibernautas no tardaron en comentar la grabación realizada por Russell, y mencionaban que la acción realizada por el can era “amor puro” y, por supuesto, aludieron a la inteligencia que poseía el simpático perro que causó furor en redes sociales por su actuación.

En un aspecto más científico

Según señala Daily Mail, científicos de la Universidad de Viena mencionan que los caninos son capaces de imitar a sus dueños incluso cuando sea perjudicial para su propio estado de salud.

A esto añadieron que según estudios, esto también se da por un fenómeno en el que ellos, al ver a su dueño como un referente, lo designan como “líder de manada”, por lo que las acciones realizadas pueden ser imitadas por ello.

Cabe mencionar a su vez que los humanos y los perros logran influir de alguna manera en cómo es la conducta de enfrentamiento con el resto; esto quiere decir que, en algunos casos, los perros adquieren ciertos rasgos de personalidad de sus propios dueños.

En algunas investigaciones se llegó a la conclusión que, al tener dueños más neuróticos, existe la probabilidad de tener perros más ansiosos y nerviosos y, por caso contrario, si el dueño se muestra sereno, tranquilo y relajado, tiene la probabilidad de tener un perro de las mismas características o similares.