Los rumores de malas relaciones en las familias reales siempre han existido, y la monarquía británica ha sido una de las más polémicas en cuanto a estos temas.

Actualmente, la mujer que más suspicacias causa en este círculo es Meghan Markle, la esposa del príncipe Harry, cuyo origen afroamericano y pasado como actriz de Hollywood, dio lugar a críticas desde que se conoció su vínculo afectivo con el hijo menor del príncipe Carlos.

Aun así, ambos continuaron con su noviazgo y contrajeron matrimonio el 19 de mayo de 2018 en la capilla San Jorge del Castillo de Windsor. No obstante, el enlace no habría estado exento de críticas de parte de la propia familia.

Según consignó el medio británico Express, tanto el príncipe William como el duque Felipe de Edimburgo, advirtieron a Harry sobre su matrimonio.

El primero le habría preguntado si estaba seguro de casarse, pues todo había sido muy rápido desde que comenzó a salir con Markle hasta que se comprometió; mientras que su abuelo le dijo que “uno salía con actrices, pero no se casaba con ellas”.

Pese a que eso podría haber generado una distancia entre Harry y su abuelo, las cosas parecieron seguir su curso natural, sin embargo, el esposo de la reina Isabel no estaba muy convencido de que Meghan fuera la esposa ideal para el hijo menor de Diana de Gales.

Esto porque incluso luego de casarse, la exactriz no era muy querida por Felipe. Según el diario El Español, un familiar de uno de los empleados de Meghan y William, seguró que pese a que Meghan es muy querida por Isabel II, Felipe no comparte ese cariño ya que la considera poco apta para sus obligaciones reales.

La misma persona confesó al medio europeo que la única persona que intenta poner paños fríos a esta tensión es Camilla Parker, una figura controvertida, al ser sindicada por años como la amante del príncipe Carlos con quien se casó en 2005, pero que de a poco se ha ido ganando el cariño del pueblo británico.

La duquesa de Cornualles ha intentado calmar las ansias de Meghan y también sus salidas de protocolo, pues son varias las ocasiones en que la exactriz ha contravenido las reglas de la monarquía en cuanto a look, comportamiento y decisiones familiares.

Las cosas comenzaron a cambiar

Afortunadamente, luego que Meghan diera a luz a su primer hijo, Archie, esta distancia se habría achicado. Y es que de acuerdo a Express, Markle ha influido positivamente en la relación entre Harry y su abuelo.

Lo anterior se corrobora luego que decidiera junto a su marido que Archie no tuviera el título de príncipe, por lo que pasó a adoptar directamente el apellido Mountbatten-Windsor, algo que provocó una inmensa felicidad en el duque de Edimburgo, ya que según hemos conocido en la historia, este apellido no prevalece en el linaje real británico de las últimas décadas.

Recordemos que cuando contrajo matrimonio con la entonces princesa Isabel, se le concedió el título de duque de Edimburgo, sin embargo, se decidió que sus descendientes llevarían solo el apellido Windsor, nombre que adoptó el rey Jorge VI y que Isabel no quería perder.

Esto provocó la furia de Felipe, quien habría dicho en una ocasión que era el “único hombre en el país al que no se le permite dar su apellido a sus propios hijos”.

Es por eso que finalmente Isabel decidió que el apellido Mountbatten-Windsor podría existir, pero solo para aquellos descendientes que no tuvieran títulos de príncipe o princesa.

Para alegría del consorte de la Reina, Archie llevó automáticamente su apellido gracias a la renuncia de este título por parte de los duques de Sussex. Y tanto mejoraron las relaciones que el duque fue una de las primeras personas en conocer al pequeño.

Nos encontramos con el duque cuando estábamos caminando, lo que fue muy agradable”, contó Meghan durante una breve entrevista que le realizaron el día de la presentación de su hijo.