Catalina Amalia de Holanda, la joven princesa que ha recibido crueles críticas por su aspecto físico
Catalina Amalia tiene apenas 15 años y es la princesa de Orange, princesa de los Países Bajos y princesa de Orange-Nassau, heredera al trono de los Países Bajos, por ser la primogénita del rey Guillermo Alejandro I y la reina Máxima.
Pese a su corta edad, la futura monarca se encuentra bastante afianzada en su rol, de hecho, ya ha reemplazado a su madre en varios actos oficiales este 2019, cobrando un protagonismo necesario para cualquier miembro de la realeza heredero al trono, tal como lo está haciendo ahora la princesa Leonor de España.
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Catalina tiene dos hermanas menores, junto a quienes ha participado en diversas actividades, y tal es su cercanía con la gente que incluso ha posado para varias selfies en distintos eventos.
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De acuerdo a la edición argentina de la revista Caras, fue a mediados de abril de este año que la princesa se refirió a lo que significa haber tomado este rol tan protagónico en su familia.
“A veces me cuesta creer que esta vaya a ser mi vida, me parece irreal“, confesó, agregando que igualmente estaba emocionada y “se sentía orgullosa de vivir en Holanda”, dijo en el Koningsdag (Día del Rey holandés).
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De todas formas, dentro de este revuelo que ha causado ella igualmente intenta mantener un perfil bajo, pese a los comentarios que se levantaron luego de ser captada bailando sevillanas con su hermana Ariadna y su madre Máxima en la Feria de Abril de esa ciudad.
Actualmente Amalia estudia en la Escuela Cristiana Sorghvliet de La Haya, y cuando cumpla la mayoría de edad se integrará al Consejo de Estado. Solo por eso recibirá un millón y medio de euros como sueldo.
Críticas por su aspecto físico
Pero tal como lo han vivido sus pares en Inglaterra, especialmente Meghan Markle, la corta edad de Amalia no es impedimento para los odiosos de siempre, quienes han intentado opacar su belleza y protagonismo con duras críticas hacia su aspecto físico.
Éstas se centran en un aparente sobrepeso del que ni ella ni su familia han hablado, presuntamente por considerar que es un tema superficial que poco importa a la hora de evaluar su desempeño como futura heredera al trono de los Países Bajos.
Fue en marzo de 2017 que las críticas tomaron un ribete bastante cruel cuando la familia en pleno disfrutaba de unas vacaciones en la nieve. Allí, todos posaron para la prensa y hubo un detalle en la vestimenta de la princesa que llamó la atención de algunos medios.
Resulta que Amalia lució una chaqueta que su madre usó durante el embarazo de una de sus hermanas, razón por la cual los comentarios se centraron en su peso, consignó el HuffPost en esa ocasión.
En ese entonces la princesa tenía apenas 13 años, lo que no fue impedimento para que tanto la prensa como los usuarios de redes sociales mostraran su insensibilidad hacia la menor de edad. “Princesa gorda” y “Princesa obesa” fueron solo algunos de los sobrenombres que se repitieron en Internet.
Otros, incluso, culparon a sus padres de que no llevara una dieta saludable ¡sin siquiera saber el estado físico de la niña!
Tanto fue el revuelo que incluso el medio local, Telegraaf, respetado diario de Holanda, publicó una carta abierta titulada “Eres la princesa Sunshine: la chica más bella del país”, donde su autora alaba la belleza natural de Amalia y narra, de paso, su propia experiencia con el bullying que sufrió una hija.
Dietmar Stiplovsek | APA | AFP
Afortunadamente, Amalia parece tener la madurez suficiente para enfrentar estas críticas y de seguro cuenta con el apoyo de su familia, incluida su progenitora, quien en su juventud también debió soportar burlas hasta de su propia madre por su peso.
Y es que de acuerdo a la biografía no autorizada Máxima, una historia real, cuando la Reina era adolescente fue apodada por sus primos como “la gorda”, y su madre la sometía a extremas dietas y ejercicios. Se dice que ella le decía que con su altura y rostro, podía llegar a ser una modelo si se lo proponía, pero al parecer, el destino le tenía preparado algo mucho más importante a Máxima y, por consiguiente, a su hija.
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