Fueron largos meses los que tomó la remodelación de la nueva vivienda de Meghan Markle y el príncipe Harry, en Frogmore Cottage, tras mudarse del palacio de Kensington en medio de rumores que apuntaban a quiebres familiares internos entre los hermanos.

Fueron varios arreglos los que exigió la pareja antes de cambiarse de casa, los que incluyeron nuevas habitaciones, calefacción, baños nuevos, remodelación de cocina, armarios empotrados, nuevas salas de estar y, por consiguiente, una redecoración de interiores completa a cargo de una famosa diseñadora.

Todos estos trabajos, según lo que consignó el medio británico The Sun, habría costado alrededor de 2,4 millones de libras esterlinas, es decir, un poco más de 2 mil millones de pesos chilenos.

Esta estratosférica inversión ha causado revuelo en el Reino Unido, pues gran parte de los recursos provinieron de los contribuyentes. Además, la cifra real superó con creces las estimaciones originales, lo que obviamente desató la furia de los activistas.

Cabe señalar que de acuerdo a los “libros contables”, el año pasado la monarquía le costó a los contribuyentes casi 105 millones de dólares, es decir, cerca de 72 mil millones de pesos chilenos.

Recordemos que los duques de Susse se mudaron a su nuevo hogar en abril pasado , un mes antes de que naciera el bebé Archie Harrison.

Cuando se conoció la noticia de la futura mudanza el año pasado, los funcionarios intentaron minimizar el costo y aseguraron que estaría cercano al millón y medio de libras esterlinas, pero las cuentas actuales revelaron que la renovación de la propiedad costó cerca de un millón más.

Y eso hasta abril pasado, por lo que cualquier arreglo extra que se haya realizado desde entonces no se ha incluido en ese valor. Además, el diario asegura que falta pintar la fachada y otros arreglos del jardín, por lo que se estima que fácilmente los costos pueden ascender a tres millones de libras esterlinas, unos 2.600 millones de pesos chilenos.

Algunos detalles de esta remodelación, tomando en cuenta las exigencias de Meghan y Harry, fueron el uso de pinturas ecológicas, libres de toxinas y veganas. Todo esto supervisado por la diseñador de interiores Vicky Charles, quien estuvo a cargo de los interiores de Soho Farmhouse en Oxfordshire, un hotel y un club exclusivo entre celebridades.

Mira unos ejemplos del trabajo de Vicky Charles: