Una compleja situación vive una mujer de Viña del Mar que hace ya varios años sufre de obesidad mórbida, problema de salud que la llevó al punto de alcanzar los 300 kilos y de vivir postrada en su hogar.
Claro que todo inició en 2014, cuando Andrea González comenzó a sufrir de celulitis, que es una inflamación de la piel y el tejido debajo de ella, como resultado de una infección bacterial. Desde que fue diagnosticada con esta enfermedad, su peso comenzó a subir de manera drástica, por lo que llegó al punto en el que ya no podía caminar.
En conversación exclusiva con Página 7, Jessabel Vásquez, hija de esta mujer, contó detalles del dramático caso que está protagonizando su mamá: “En 2014 ella estaba muy bien, se movilizaba sin problemas. De repente le dio celulitis y comenzó a subir mucho de peso. Ahora tiene problemas al corazón, ha estado hospitalizada varias veces. La celulitis le está afectando la mitad de su cuerpo y bota mucho líquido de mal olor”.
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Según contó esta joven de 22 años, no tan sólo la obesidad mórbida atacó a su madre, sino también una aguda elefantiasis, que ha hecho crecer aún más sus piernas. Estas condiciones han provocado que Andrea pase noches en vela tratando de soportar el dolor que significa todo esto.
Fue exactamente en octubre del año pasado, que esta mujer quedó completamente postrada, justo cuando comenzó a ser dependiente al 100% de los tanques de oxígeno.
Denuncia que no ha recibido el tratamiento adecuado
Andrea González se ha tratado todo este tiempo en el Hospital Gustavo Fricke, desde donde justamente la semana pasada tras un control, le indicaron que debía volver a su domicilio, ya que sus exámenes habían salido buenos, pese al evidente y complicado estado en el que se encuentra: “No le dieron más controles. No se ha tratado la celulitis. Dice que le cierran las puertas, que no hay nada más que hacer con ella”, aseguró.
Pese a esto, Jessabel explicó que las últimas semanas, personal del SAPU ha ido frecuentemente a donde vive su madre para hacerle curaciones, pero sin embargo, esto no es suficiente.
“Está buscando para que la puedan operar o la dejen hospitalizada, porque le han dicho que tiene que tener cuidado, porque la infección le puede llegar a la sangre y se puede llegar morir”, explicó.
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De hecho, la situación es tan compleja para la familia, que cada vez que deben ir al hospital, necesitan pedirle ayuda al SAPU y a Bomberos para que puedan sacar a Andrea de la casa y luego, trasladarla al centro médico.
“Está muy afectada, dice que la discriminan. Ella ya está mal”, aseguró Jessabel, quien reclama que su madre no ha recibido el tratamiento adecuado para todas las complicaciones que tiene Andrea: “Dice que el consultorio la dejó de lado, antes iba un médico al año a verla. Ahora hace casi tres semanas que recién van a hacerle curaciones” a su domicilio ubicado en el sector de Forestal Alto, Viña del Mar.
Lo complicado no tan sólo lo viven cuando deben ir hasta el hospital, sino también en el día a día, ya que deben lidiar con los 300 kilos de Andrea, peso que hace muy complicado para su desplazamiento por la casa: “Mi hermana chica, que tiene 18, se preocupa de ella. Como no puede subir al segundo piso, tiene que dormir en el living. Para orinar tienen que llevarle una fuente. Todos los días es lo mismo, para bañarla tienen que hacerlo ahí mismo. Es muy complejo”.
Jessabel, quien se mostró muy afectada e indignada por la situación que vive su madre, espera que algún médico pueda atender a Andrea para que así pueda recuperarse: “Ella no quiere estar más así”, concluyó.
Respuesta desde el Hospital Dr. Gustavo Frickie
Desde el Hospital Dr. Gustavo Fricke aseguraron a Página 7 que actualmente están implementando el Programa Elige Vida Sana, que justamente tiene como objetivo contribuir a la disminución de factores de riesgo, de la condición física deficiente y sobrepeso u obesidad, además de consultas con nutricionistas, talleres y consultas psicológicas a personas de seis meses a 64 años que cumplan con los requisitos y que sean beneficiarios de FONASA.
Respecto a la situación de Andrea, explicaron que se ha manejado su caso con el apoyo de múltiples profesionales como nutricionistas, médicos especialistas en cirugía, nefrología, psiquiatría, medicina interna, entre otros. Todo esto para una vez que la paciente esté en las condiciones clínicas e integrales de ser intervenida, pueda ser candidata a cirugía bariátrica. Posteriormente, en estos casos, luego de la intervención quirúrgica se mantiene el seguimiento por parte de un equipo integral, para apoyar a las personas en su recuperación y evitar recaídas.