Lo pensarás dos veces: 7 testimonios que muestran la gravedad del acoso sexual callejero
Día a día, decenas de miles de personas sufren en silencio un tipo de acoso que, por décadas, se ha patentado en nuestra sociedad como una conducta absolutamente normal: el acoso sexual callejero.
Cientos de mujeres, y en menor medida hombres, han sido víctimas de “piropos” vejatorios, miradas inquietantes y/o tocaciones impropias, las cuales llegan sin que las personas las hayan pedido y, ciertamente, sin que “se las hayan buscado”.
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Con el fin de concientizar a la sociedad sobre situaciones como ésta, y luchar por leyes y normas que pongan fin a este tipo de conductas, en 2013 se fundó en Santiago el Observatorio Contra el Acoso Callejero (OCAC Chile), organización no gubernamental sin fines de lucro que busca visibilizar esta práctica como una forma de violencia de género y legislar para eliminarla. Además, pretende educar acerca del respeto en los espacios públicos/privados y, principalmente, hacia la mujer: dejar de cosificarla, verla como otra persona más y, por ende, merecedora de respeto al igual que los hombres.
De acuerdo a OCAC Chile, el acoso sexual callejero se define como “prácticas de connotación sexual ejercidas por una persona desconocida, en espacios públicos como la calle, el transporte o espacios semi públicos (mall, universidad, plazas, etc.); que suelen generar malestar en la víctima. Estas acciones son unidireccionales, es decir, no son consentidas por la víctima y quien acosa no tiene interés en entablar una comunicación real con la persona agredida”.
“Las prácticas de acoso sexual callejero son sufridas de manera sistemática, en especial por las mujeres, ocurriendo varias veces al día desde aproximadamente los 12 años, lo que genera traumatización no sólo por hechos de acoso especialmente graves, sino por su recurrencia (…) es una práctica muy común en Chile y el mundo, que ocurre de manera cotidiana, con importantes consecuencias psicológicas negativas en sus víctimas: miedo, rabia, asco, inseguridad, entre otras. Es un problema porque es masivo, afecta sobre todo a las más jóvenes, también lo sufren los hombres y puede llegar a ser muy grave”, señala el organismo.
En conversación con Página 7, el Observatorio explicó que “Las situaciones más cotidianas en que se ve reflejado es en el día a día, metro, micro, plazas, calles. En todo espacio público, donde la cantidad de personas presentes no es determinante para que ocurra o no. Tenemos muchos casos de acoso en micros llenas de gente, donde muchos presencian el hecho y nadie se inmuta”, agregaron.
Para generar mayor conciencia sobre este fenómeno, y graficar la gravedad del acoso sexual callejero, te dejamos con 7 duros testimonios anónimos publicados en la página oficial de OCAC Chile.

OCAC Chile
# 1
“Iba en el último asiento de la micro y un viejo muy extraño se sentó a mi lado. Me sentí demasiado incómoda con su presencia, por lo que me enfoqué en mirar por la ventana, aunque pendiente de que no me fuera a hacer algo, ya que las circunstancias eran muy raras. Lamentablemente, es bastante común que en lugares reducidos o con mucha gente corran mano“.
“Luego de un rato, volteé mi mirada hacia él y me di cuenta que se estaba masturbando y que no paraba de mirarme. Me puse tan nerviosa que le grité que me dejara pasar para cambiarme de asiento. Él, haciendo como que nada pasaba, y sin dejar de masturbarse, tocó el timbre y se bajó de la micro. La gente miró, pero todo fue tan rápido que nadie atinó a hacer algo. Sentí miedo, impotencia y rabia“.
# 2
“A los 12 años, paseaba en bicicleta con una amiga por el parque y se nos ocurrió subir un poco el cerro. En eso, sale un viejo entre los árboles masturbándose, mirándonos y riéndose. Nosotras, asustadas, nos subimos a la bicicleta y nos tiramos para abajo lo más rápido posible. Nos dio miedo, nos pusimos nerviosas, nos caímos. A mi amiga se le rompió el manubrio. Nos sentimos vulneradas”.
“No lo contamos en nuestras casas, por miedo a que no nos dejaran seguir saliendo. No subimos en meses al cerro”.
# 3
“Iba caminando desde la feria hacia mi casa, eran alrededor de las 12 del día y miraba hacia abajo, ya que me molestaba el Sol. Cerca mío escucho a alguien toser, por lo que reaccioné a mirar. Cuando levanté un poco la cabeza, me di cuenta que era un hombre que me estaba mostrando su pene. Dejé de mirar, sólo continué mi camino mirando hacia abajo y le respondí gritando unos improperios. Él no reaccionó, no dijo nada, sólo se quedo ahí, oculto”.
“Este tipo de situaciones me dan mucha rabia y me hacen sentir desprotegida, porque tengo claro que si hubiera llamado a Carabineros, esto hubiera quedado en nada”.
# 4
“Iba caminando por una de las calles principales de Viña del Mar cuando un hombre, de unos 40 años aproximadamente, pasó muy cerca y me dijo al oído ‘chúpame el pico’. No supe cómo reaccionar, sentí miedo y asco, jamás me visto con la intención de provocar a alguien. Es más, siempre intento cubrirme y usar ropa holgada”.
“Me gustaría perder el miedo y usar la ropa que yo quiero sin que alguien haga algún comentario obsceno. He tenido que aguantar comentarios de diferente índole, estoy cansada de caminar con miedo, me siento insegura. Con el tiempo, esto ha afectado mi personalidad y mi relación con mis pares. Tengo 20 años no debería vivir encerrada por miedo a que me hagan algo”.

OCAC Chile
# 5
“Me dirigía al Metro Macul a eso de las 8:00 de la mañana, vistiendo un abrigo y calzas de polar (lo explicito para que no aparezca el comentario de la vestimenta, que tan usualmente se utiliza para culpabilizar a la víctima). Cuando pasaba frente a un supermercado, un tipo en bicicleta de unos 40 años de edad me detuvo para preguntarme una dirección. Me saqué los audífonos y traté de guiarlo. Hasta ahí todo bien, pero cuando me dio la mano para darme las gracias, me jaló hacia él para darme un beso en la boca. Yo sólo atiné a apartarme y di un grito agudo de sorpresa y miedo. El tipo se volvió a acercar para tratar de darme nuevamente un beso y yo me fui lo más rápido que pude. Mientras me alejaba me gritaba: ‘un besito en el chorito’“.
“La situación me dejó en shock y sentí rabia conmigo misma por no haber reaccionado de otra forma (siempre llevo conmigo un gas pimienta para un eventual peligro). No obstante, lo que más me molestó fue la reacción de algunos amigos varones e incluso un chico con el que estoy saliendo, quienes se rieron de la situación, pese a lo vulnerada que me sentí. Ahora me da miedo ayudar a la gente en la calle por el temor a que me ataquen de nuevo”.
# 6
“En el momento que viví esta situación tenía aproximadamente 14 años y recién estaba empezando a andar sola por la ciudad. Iba camino a la casa de un ex, alrededor de las 11 de la mañana por calle Moneda con Cumming. Estaba muy nerviosa, porque era temprano y sabía que el barrio no era el mejor. De repente, apareció un grupo de personas entre los que venía un tipo mirándome desde lejos y caminando hacia mí. Caminó, siempre con la vista fija en mí, hasta que llegó y tocó mi entrepierna a la pasada. Me tocó sin mayor remordimiento y me susurró algo al oído que no entendí bien. Luego, siguió caminando como si nada. Quedé en blanco sin saber qué hacer, solo seguí caminando, a punto de llorar”.
“Esto sucedió con muchas personas de testigo, hombres y mujeres, y nadie hizo ni dijo algo. Cuando logré llegar donde mi ex, al ver lo consternada que estaba, él se río en mi cara de lo sucedido. Lo tomó como una broma, cambió el tema y ahí quedó”.
# 7
“Mi polola tenía miedo de irse sola a su casa, pues decía que era peligroso caminar desde el metro Quilín (a la hora que fuere) hasta su casa, a la altura de Ramón Cruz, por lo que cuando se quedaba en mi casa hasta tarde, yo debía ir a dejarla tras ella pedírmelo con tono de ruego (yo creyendo inocentemente que no era peligroso que ella se fuera sola hasta su casa). Durante meses lo hice. Una hora de camino a su casa, sin que sucediera nada. El día que le pedí que se fuera sola, un tipo la acosó sexualmente“.
“Es urgente desnaturalizar la violencia y la existencia de medios que permitan a la mujer autotutelar su defensa en el momento exacto del acoso. No se puede confiar en las fuerzas de orden público ni en el funcionamiento de las instituciones en estas situaciones”.

OCAC Chile
¿Qué acciones puede tomar una víctima de acoso sexual callejero en Chile?
Consultado por Página 7, el Observatorio declaró que “En Chile hoy en día, una persona que es víctima de acoso callejero puede dejar una denuncia en Carabineros o en la PDI. Lo ideal es que siempre dé aviso, a pesar de que no existen medidas de combate efectivas contra el acoso callejero”.
“Sin duda alguna, creemos que falta regulación al respecto. Dentro de los propósitos de OCAC se encuentra justamente el sacar adelante el Proyecto de Ley Contra el Acoso Callejero, que actualmente se encuentra en trámite en el Senado“, agregaron.
A ello, añadieron: “Hoy en día una víctima de acoso sólo puede denunciar ante los organismos anteriormente expuestos, pero no existe un castigo efectivo a la conducta. Es por esta razón que se vuelve urgente el legislar sobre el tema, para poder tener al menos un medio legal efectivo”.
Según indican en la web oficial del proyecto, que actualmente suma más de 14 mil simpatizantes, éste busca cuatro objetivos fundamentales.
1.- Definir: “Será acoso callejero un acto de connotación sexual, que ocurra en lugares públicos, contra una persona que no lo desea, sea hombre o mujer, afectando su dignidad y/o derechos fundamentales”.
2.- Tipificar Faltas: “Constituirán falta los actos de connotación sexual verbales y no verbales, la captura de imágenes o videos y actos sin contacto físico como exhibicionismo, masturbación y persecución. Sanción: multas entre 0,5 y 20 UTM”.
3.- Incorporar Delito: “Crea el delito de acoso sexual callejero en el Código Penal, considerando actos con contacto físico como tocaciones indebidas, ‘agarrones’, roces o ‘punteos’. Sanción: presidio menor en su grado mínimo, de 61 a 540 días”.
4.- Prevenir y Educar: “A través de un paquete de recomendaciones entregadas al Ejecutivo, para promover políticas públicas en esa dirección”.
Si quieres ser uno de los simpatizantes de esta campaña, que busca ser aprobada en el Congreso, puedes sumarte en el siguiente link.

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