Una extraña condición hace que la joven Laura Crow, de 28 años, se desmaye en cualquier momento, incluso cuando tiene relaciones sexuales con su pareja.
La muchacha fue diagnosticada con un Síndrome de taquicardia postural ortostática (Pots, por sus siglas en inglés) luego de que los primeros síntomas se presentaran después de su primer embarazo.
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La condición básicamente eleva sus pulsaciones cardiacas a niveles incontrolables en ciertas posturas, incluida estar de pie, llegando a más de 180 pulsaciones por minutos (más del doble de lo normal (entre 60 y 100). En este extremo Laura simplemente pierde el conocimiento e incluso ha ocurrido cuando está en situación íntima con su esposo Ben, también de 28 años.
“Cada vez que tenemos sexo existe una posibilidad de un 50% de que me desvanezca. Pasa en cualquier parte, en cualquier momento. Pero como el Pots generalmente tiene que ver con la gravedad, la mejor forma que tenemos para hacerlo es conmigo tendida en la cama. La primera vez que nos pasó fue un tremendo shock para ambos. A Ben le molesta mucho, cuando despierto está muy alterado, aunque nunca continúa después de que me desmayo. Una vez que pasa yo no tengo idea de lo que pasa, y eso es muy traumático y preocupante para él”, relata Laura, que asegura que este íntimo problema no afecta su relación y que de hecho Ben es su gran respaldo.
Y aunque interrumpir el sexo con un desmayo puede parecer lo suficientemente traumático, la joven pasa por esto a raíz de diversas razones como no dormir bien, el calor, reírse demasiado, hacer ejercicio, o realmente cualquier cosa que eleve su ritmo cardíaco, como ver una película de terror.
Por eso Laura debe ser cuidadosa y evitar exponerse a ese tipo de situaciones, pero con un marido cariñoso y tres hijos, la tarea no es nada fácil.
“Sí, meditamos sobre tener más hijos, pero en ese momento no sabíamos si era un problema hormonal el que había gatillado el Pots, así que potencialmente podía desaparecer con otro embarazo. Y efectivamente mejoré. Antes me desmayaba 7 u 8 veces al día, ahora, después de mi segundo y tercer embarazo, apenas es una o dos veces diarias”, revela la mujer que asegura, sin embargo, que no cambiará su vida producto de esta condición.
“Reírme es complicado, cada vez que Ben me hace cosquillas me desmayo. Incluso jugar con mis hijos, podemos estar corriendo o bromeando y al otro segundo estoy en el suelo. Pero no dejaré de reírme o de tener sexo en el nombre del POTS“, afirma la muchacha.
Aunque Laura, en general, sólo se desmaya una vez al día, debe tener a una cuidadora con ella las 24 horas del día. Además lucha con otras condiciones relacionadas con el Síndrome de taquicardia postural ortostática, incluyendo el síndrome de Elhers-Danlos, Taquicardia sinusal inapropiada y convulsiones disasociativas.
En esta etapa la mujer desea recuperar su independencia y dejar de contar con su marido e hijos para absolutamente todo, por lo que busca que el sistema de salud le otorgue un perro de apoyo que actúe como su cuidador y la alerte cuando esté a punto de desmayarse.
“Me rompe el corazón que mis hijos deban cuidar de mí, pero son increíbles y no conocen otra cosa. Es duro para Ben también, soy la esposa a la que no puede hacerle cosquillas, con la que no puede tener sexo normal. Es un marido que al mismo tiempo está obligado a ser un ‘enfermero’. Oculto muchas de mis reales emociones, pero gracias a mi Ben y a mis hermosos hijos, tengo fuerzas para seguir adelante”, relata la muchacha que sólo quiere una vida sin desmayos.