La historia de Luke Brett Moore es digna de una película. El joven de 27 años vivió hace algunos años el periodo más álgido de su vida, tras perder su empleo y verse en serios problemas para cancelar el dividendo de su casa.
Luke estaba tan complicado por su situación, que constantemente revisaba su cuenta bancaria a ver si ocurría un milagro, y eso fue justamente lo que pasó. De un momento a otro, vio cómo su banco le había autorizado, por error, un crédito ilimitado y, en vez de dar aviso, prefirió callar y tomar la oportunidad.
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“Suena increíble, pero mi intención nunca fue llevarme todo el dinero del Banco St. George (de Australia) y no devolverlo“, indicó el joven a la BBC, según consigna el medio español ABC.es, agregando que él esperaba que el banco lo contactara.
Pero el joven, que en ese entonces tenía 22 años, no solo pagó su hipoteca, sino que comenzó a darse una de lujos y excesos que rápidamente lo llevaron a gastar cerca de dos millones de dólares.
“Volé a Surfer’s Paradise (centro turístico de la costa occidental de Australia) para unas vacaciones de una semana. Me gustó y terminé quedándome (…) Fui a clubes de desnudisdtas y gasté cientos de miles en mujeres, alcohol, cocaína y todo lo demás“, confesó.
Sus gastos no se detuvieron allí, pues también compró autos de lujo como un Alfa Romeo 156, un Hyundai Veloster, y un Maserati. Otras compras de la época fueron una polera de básquetbol firmada por Michael Jordan, un disco autografiado por Michael Jackson; un tambor firmado por Amy Winehouse e incluso una obra del polémico y mundialmente conocido artista callejero Banksy.
Pero como todo lo bueno tiene que acabar, en 2012 la policía se presentó en su domicilio. “Era 2012 y yo estaba sentado con mi madre en mi dormitorio de la casa familiar en Goulburn, cuando escuché golpes en la ventana. Para cuando llegué a la puerta principal la policía ya estaba adentro“, recordó.
Luke señaló que los uniformados registraron toda la vivienda y se llevaron algunas pertenencias. Luego lo trasladaron hasta un cuartel policial, pasó la noche allí, y al día siguiente un magistrado le otorgó la libertad bajo fianza”.
Luego de un largo juicio en su contra, Luke fue declarado culpable por beneficiarse económicamente de manera fraudulenta y lo sentenciaron una pena máxima de cuatro años y medio de prisión, indicó el medio.
Cabe señalar que a Moore le costó muchísimo encontrar defensores públicos que quisieran tomar su caso, por lo que él pensaba que no había obtenido la mejor representación. Así, estuvo seis meses en la cárcel, los más duros de su vida, según contó, sin embargo, los aprovechó para informarse al cien por ciento de su caso.
Tanto así que finalmente él mismo asumió su defensa en un nuevo juicio donde salió victorioso. “Fui exculpado hace unas semanas, pues de acuerdo a la ley en Australia, en ese momento no estaba bajo la obligación legal de informar al banco lo que estaba sucediendo. El juez dijo que fui deshonesto, pero que no vivimos en una sociedad donde las faltas morales te lleven a la cárcel“, sentenció.
Pese a que la sacó ‘fácil’, este joven aseguró que jamás volvería a hacer algo así, pues fueron años de sufrimiento tanto suyo como de su familia. “Devastó mi vida y mi familia y no valió la pena el pasar un par de buenos meses con las desnudistas y un poco de cocaína”, concluyó.