Era una linda fiesta navideña en el invierno europeo del 2008, pero para Lorraine Burnett de 37 años y residente de la ciudad de Dunfermline, Escocia, terminó siendo la peor noche de su vida. El inocente baile se transformó en infierno.
Lorraine y su familia bailaron hasta las dos de la mañana, el problema de ella fue que usó zapatos con tacos de más de 12 centímetros, lo que produjo una tremenda ampolla que al poco tiempo se infectó de manera grave.
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Aunque se sanó, Lorraine, quien además sufre de diabetes, pasó más de dos años padeciendo constantemente de infecciones en su pie, lo que finalmente llevó a lo más temido por la mujer, los médicos decidieron que la única opción para salvarla era amputar su pierna izquierda desde la rodilla hacia abajo.
Tras la dramática experiencia la mujer ahora decidió hablar por primera vez sobre el error que cambió su vida y en vísperas de navidad dice que lo único que desea de regalo es una nueva prótesis que le permita mejorar su calidad de vida.
“Una nueva pierna significaría la vida para mí. Me quedé bailando hasta la madrugada, así que pensé que era normal tener dolor de pies. Pero luego dos años después me estaban amputando la pierna. Me parte el corazón pensar que mis tacos me costaron perder la pierna”, dijo Lorraine, que contó cómo su vida se ‘vino abajo’ tras la operación de más de 5 horas en la que los médicos la amputaron.
Tuvo que irse con su hija, en ese entonces de apenas 10 años, a la casa de sus padres para acostumbrarse y adaptarse a su nuevo mundo y dejó muchas cosas atrás.
Tuve que renunciar a mi trabajo, eso me rompió el corazón. No podía creer lo mucho que había cambiado mi vida en apenas unos años. Pasé de ser alguien a quien le encantaba salir todo el tiempo, una verdadera fiestera que disfrutaba de la buena vida, a estar prácticamente confinada en mi casa”, contó la mujer, quien cree que la diabetes tipo 2 de la que sufre tuvo gran ‘responsabilidad’ en lo que le ocurrió.
De acuerdo a Daily Mail, las complicaciones con la condición incluyen daño del nervio y mala circulación de la sangre lo que puede hacer difícil notar daño en los pies. Además, la cicatrización es más lenta en los pacientes con diabetes, se producen problemas úlceras cutáneas, que pueden pasar desapercibidos y por ello llegar a ser tan grave que la amputación se hace necesaria.
Tan dramático puede ser, que quienes padecen de diabetes tienen hasta 30 veces más probabilidades de ser amputados a causa de los efectos en la circulación de la sangre hacia las extremidades que produce la enfermedad.
A pesar de todo Lorraine, quien estuvo en coma inducido en 2014 producto de una grave infección en su muñón, no pierde las esperanzas e incluso junto a su hija que ya tiene 17 años, y su tía, iniciaron una campaña de recolección de fondos para poder cambiar su prótesis.
“Una prótesis nueva significaría que podría volver a sentir más mujer, una dama, andar sin tener que esconder mis piernas y sentirme yo misma. Tener otra prótesis sería el regalo de Navidad más asombroso. ¿Quien sabe? podría incluso volver a usar tacones”, señaló Lorraine que busca seguir disfrutando de la vida que perdió producto de una noche de baile.
Para ver imágenes de Lorraine puede pinchar en el siguiente enlace.