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La incesante búsqueda del padre de bombero desaparecido en aluvión de Diego de Almagro

Captura | L4TV
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El 25 de marzo de 2015, una tragedia azotó la zona norte de nuestro país, y que se llevó la vida de un joven bombero llamado Álvaro Plaza Ramos (16), quien se subió a su carro de bomberos para ayudar en las labores de salvataje, en la zona de Diego de Almagro.

Fue así como en todos los canales de televisión mostraban el heroico acto del adolescente, quien trasladó a un niño de cuatro años por el techo de un carro de bomberos, dejándolo en los brazos de su madre, a quien minutos antes también había salvado.

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Abajo, había un furioso aluvión y cuando todos pensaban que la operación había sido todo un éxito, para Álvaro no estaba todo dicho, pues en cuestión de segundos el joven hace un movimiento extraño y cae ‘cuerpo muerto’ al torrente. Desde entonces nunca más se supo de él, y su padre se rehúsa a olvidarlo.

Álvaro Plaza Santander, es el papá del adolescente desaparecido y que desde el 27 de marzo, día en que se enteró de la triste noticia, comenzó una búsqueda imparable para encontrar a su hijo.

La familia

El 16 de mayo de 1998 nació Álvaro, en la localidad de Diego de Almagro, y dos años más tarde, sus padres, Álvaro y Juvissa Ramos, contrajeron matrimonio en la comuna de La Pintana, región Metropolitana, según consignó un reportaje de La Cuarta.

Toda la vida fueron muy unidos, sin embargo, en 2010 la familia enfrentó su primer golpe. En septiembre de ese año Álvaro sufrió una crisis de epilepsia en el colegio y tuvo que seguir de inmediato un tratamiento. En aquellos tiempos el dinero no sobraba y una crisis familiar afectó nuevamente su relación y Juvissa decidió regresar con sus hijos a Diego de Almagro.

La distancia provocó un quiebre tan grande entre Álvaro y su primogénito, que el padre intentó de todo para seguir a su familia, hasta que en 2013 fue trasladado a Antofagasta y decidió comenzar a recuperar su familia. Así, todo el clan estaba ilusionado con que la reconciliación vendría pronto.

El tiempo pasó y Álvaro decidió convertirse en bombero, como una forma de seguir el espíritu de servicio de su padre, y aunque también quería ser carabinero, decidió iniciar su camino como brigadier de los jóvenes de Diego de Almagro. En cuestión de meses, se convirtió en instructor.

Como si lo supiera…

En febrero de 2015, padre e hijo tuvieron la última conversación ‘frente a frente’, y según lo que el adolescente le dijo, pareciera que se estaba despidiendo. Y es que el bombero abrazó fuerte a su padre y le dijo que lo ‘siente como su mejor amigo’. Luego le pidió que cuidara a su madre y a sus dos hermanas. Una petición que también extrañó al carabinero, quien solo atinó a pedirle que estuviera tranquilo y que siempre iba a cuidar de su familiar. Era una despedida.

Álvaro Plaza Ramos | Facebook

Álvaro Plaza Ramos | Facebook

Más de 600 días…

Desde el 25 de marzo del año pasado, cuando Álvaro no regresó a casa, han pasado 604 días, los que no han sido suficientes para que su padre baje la guardia en la búsqueda de su primogénito. “Dicen que estoy loco, que no dejo descansar a mi hijo, pero no voy a parar“, señaló al medio nacional.

Así es como pica en mano cava en diversas áreas con la esperanza de encontrar algo que lo lleve al paradero de su hijo, para así abrazarlo y despedirse de él como se lo merece.

En conversación con La Cuarta, el hombre aseguró que constantemente sueña con su hijo, y aunque lo ve feliz y riendo, no puede verle la cara. Además, quiere creer que cuando cayó del carro se pegó en la solera del vehículo y quedó inconsciente, por lo que ‘se fue sin sufrir dolor’, o eso al menos es lo que quiere creer.

Plaza está seguro de que su hijo permanece en una zona muy cerca al lugar en que cayó, y por eso ha hecho lo imposible por buscar apoyo: máquinas retroexcavadoras y herramientas de última generación. Además de su picota y una pala con la que sale todos los días a trabajar.

Su seguridad también tiene que ver con la visita de algunas videntes que hablaron con él, entre ellas la de Chimbarongo, quien le dijo que el cuerpo de su hijo estaba a 500 metros del lugar donde se le vio por última vez.

Alvarito está cerca, lo sé (y) acá no es como en el sur. No hay vida, no hay lombrices que puedan carcomer el cuerpo. Acá es seco. Tiene que estar tapado con tierra. Su cuerpo está entero“, señaló el esperanzado padre.

Además, aseguró que si bien nunca se lo han dicho a la cara, sí a sus familiares le han comentado que estoy ‘loco’ y que no deja descansar a su hijo, pero que aún así no va a parar hasta encontrarlo.

El gobierno también dejó de ayudar a Álvaro, y cada vez le cuesta más conseguir ayuda de privados. Ahora último, un empresario le facilitó un Geo Radar, y necesita que le aprueben un estudio de suelos que cuesta alrededor de 70 millones de pesos. “Para eso voy a ir a fiscalía este miércoles para lograr esa aprobación”, comentó.

Consultado por qué pasará si le cumplen esa petición y no encuentran nada, Álvaro respondió: “Creo que sería lo último, lo dejaría ahí. No, no, mejor no te quiero responder… No sé qué haría…”.

Cabe señalar que Plaza presentó una querella en contra de los bomberos, y aunque pueda parecer contradictorio, el insistió en que hubo una negligencia. “Ellos se tuvieron que haber trasladado al refugio ese día y no a la casa donde ocurrió todo. Mi hijo, antes de morir, recibió una descarga eléctrica. Minutos antes el carro se había estado quemando con todo lo que estaba sucediendo“, agregó.