Una pareja de lesbianas que viajaba en avión desde la ciudad de Brisbane a Melbourne, Australia, denunció una discriminatoria situación que vivieron durante el vuelo.
Merrin Hicks y su novia Kristina Antoniades, iban sentadas juntas en el avión, al lado de un hombre, cuya pareja estaba sentada en otra fila. Como quedaron separados, los tórtolos no encontraron nada mejor que pedirle a Merrin y Kristina si podían cambiar de asientos, sin embargo, ellas se negaron, consignó el medio inglés Pink News, especializado en noticias relacionadas a la comunidad LGBTI.
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No conforme con la respuesta, tuvo que intervenir el gerente de tripulación del vuelo, perteneciente a la línea Qantas airlines, quien les preguntó a las mujeres porqué no se habían movido, ya que los otros pasajeros eran una familia y debían permanecer juntos, culpando a Antoniades de separar a la mujer de su marido. Ella, avergonzada por la situación, simplemente comunicó que, como todos, quería permanecer en el asiento que tenía designado.
La situación fue descrita por la misma Kristina, en una publicación de Facebook que actualmente es de carácter privado.
Pero eso no fue todo, pues la mujer indicó que el sujeto las siguió molestando, pues les pidió sus tarjetas de embarque y repetidamente les solicitaba que por favor dejaran a la pareja heterosexual sentarse juntos.
Ahí fue cuando Antoniades se cansó y señaló que Hicks era su pareja y Lily, su pequeña hija, y que tenían “el mismo derecho de sentarse juntas que la pareja casada”. En ese momento, el trabajador se alejó sin ofrecer disculpas, dejando a Antoniades y su pareja, al borde de las lágrimas, por la incómoda y discriminatoria experiencia.
La aerolínea ofreció rápidamente una disculpa, asegurando que estaban enfrentando a dos grupos diferentes de clientes que querían cambiar asientos, incluyendo una pareja de ancianos, por lo que se vieron un tanto “superados”.
Claramente es difícil saber lo que realmente ocurrió en el avión, pero de todas formas cuando alguien pide amablemente que le cambies el asiento, debes saber que, amablemente también, pueden decirte que no, y no armar un escándalo por aquello.