Hace una semana la Organización Mundial de la Salud reveló que el consumo de embutidos y fiambres es cancerígeno, además de informar que las carnes rojas “probablemente” también lo sean. Pero ¿qué comer para obtener los nutrientes que contiene la carne?.

Hasta la fecha existen una serie de mitos y críticas sobre la alimentación vegetariana, pero algo que pocos mencionan es que puede traer grandes beneficios para la salud.

La dieta vegetariana reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, colesterol total, divertículos, ciertos tipos de cáncer, diabetes, hipertensión arterial, cálculos renales y/o vesicales, osteoporosis e incluso previene el colon irritable, consigna el diario argentino El Clarín.

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Son varias las instituciones del área de la salud que respaldan este tipo de dietas, entre ellas está la Asociación Americana de Dietistas, además de asociaciones cardiológicas de Estados Unidos y Canadá. Ellas defienden la idea de que una alimentación balanceada puede ser cubrir todos los nutrientes que contiene la carne como la vitamina B12, el hierro, el yodo, vitamina D, zinc y los ácidos grasos omega 3.

Cómo balancear la alimentación

Si bien hay distintos tipos de dietas que no contienen carne, los alimentos más consumidos se pueden dividir en cuatro grupos para conseguir una alimentación equilibrada, revela Alicia Crocco, Licenciada en Nutrición y autora de varios libros del área.

Grupo A: granos enteros, cereales: avena, trigo, centeno, cebada, maíz, mijo, arroz y sus derivados.

Grupo B: maníes, legumbres: lentejas, porotos, garbanzos, soja, habas, arvejas.

Grupo C: frutas secas: pistachos, nueces, almendras, nueces de pará, avellanas y semillas: de calabaza, girasol, sésamo, amapola.

Grupo D: verduras verdes, todas las hortalizas y las frutas.

Para conseguir un equilibrio de aminoácidos es importante consumir una gran cantidad de alimentos del grupo A, siempre acompañándolos con los otros tres grupos. Si no disfrutas comer en abundancia alimentos del primer grupo, se debe suplementar con productos lácteos y huevos.

Cabe señalar que es fundamental que cualquier cambio importante en la alimentación personal o la del resto de tu familia debe ser consultada por especialistas en la materia, que oriente para aprender a qué alimentos consumir para evitar carencias nutricionales.