Como muchas otras adolescentes, la adolescente inglesa Emma Walker era fanática de las series juveniles de vampiros. El problema es que se fue obsesionando con las delgadas estrellas de este tipo de shows, como la actriz Nina Dobrev (The Vampire Diaries), lo cual la llevó a tomar una peligrosa decisión.
La joven de 15 años llegó a comer sólo 200 calorías al día (el equivalente a comer una palta o tomar dos vasos de Coca Cola). Sumado a eso, comenzó a ejercitar de manera constante. Debido a esto, cuando regresó al colegio en septiembre, su peso se había reducido considerablemente.
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Pesando sólo 34 kilos, Emma llegó a caer dos veces seguidas en el hospital, donde gracias a mucha terapia ayuda, ahora ha logrado recuperarse y salir adelante: “Atravesé el infierno. Me di cuenta de que era miserable cuando perdía peso”, explicó al medio británico Mirror.
“Pero aprendí mucho de lo que me pasó y si mi historia puede ayudar a que otra persona venzca la anorexia, sería feliz. Soy 10 veces más fuerte de lo que era antes”, afirmó.
Ella admite que su problema comenzó porque se obsesionó con las estrellas delgadas: “Miraba en Instagram a gente que posteaba delgadísimas imágenes de ellos. Eso me deprimió sobre la forma en que lucía, porque no era tan flaca como ellos: ya no quería volver a verme en el espejo”, relató.
“Cuando comencé, la gente me hacía cumplidos y eso me hizo seguir: era adictivo”, aclara. Hoy, Emma pesa unos saludables 50 kilos y continúa recuperándose, por lo que esta fuerte imagen quedó en el pasado:
