De Concepción es este ejemplo de hombre que a diferencia de varios de sus colegas, aprecia mucho a los estudiantes que día a día viajan en su máquina de la línea Vía Siglo XXI.
Como si fueran sus propios hijos y nietos, Juan Medina Matus de 59 años quiere a los jóvenes que suben con mochila y otros con uniforme durante su recorrido. Sin hacer distinciones, le para a absolutamente todos.
“Yo echo arriba a todos los estudiantes, porque como soy padre, tengo hijos, y nietos. Los trato bien, los saludo en la mañana y en la tarde. Hago un buen trabajo como conductor”, señaló el chofer buena onda de acuerdo a lo informado por el diario popular La Cuarta.
Lee también: Ex Miss Chile sorprendió a sus seguidores con selfies arriba de la micro
A tanto llega su cordialidad, que incluso en la micro tiene un cálido letrero dedicado a los colegiales y universitarios que recibe a diario. “Estudiante, muchas gracias por preferirme. El conductor”, señala el escrito.
La idea de la ya bautizada “micro de los estudiantes” nace por un motivo particular que el propio Juan Medina reveló al diario “pop”. “Lo que pasa es que esta máquina es muy vieja, la gente que me paga pasaje completo no sube, suben puros estudiantes, entonces en agradecimiento a ellos mandé a hacer ese letrero. Siempre ando con la micro llena, pero con puros estudiantes, porque mi recorrido pasa por donde quedan las universidades”, aseguró.
De igual forma, muestra su disconformidad hacia los colegas que no son gentiles con los estudiantes que pagan tarifa rebajada. “Está mal porque ellos también tienen hijos, deberían darle buen trato. Por lo general no les paran a ellos, eso es verdad, porque lo he visto cuando he andado de pasajero, y los colegas los tratan mal, echan las monedas a la caja enrabiados”, agregó.
Finalmente, don Juan ha demostrado ser un hombre ejemplar y carismático durante todo el año, ya que además del buen trato con los jóvenes, en diciembre se disfraza de Viejo Pascuero y transforma la micro en un trineo para darle un poco de felicidad a sus pasajeros más chicos. Todo un caso a imitar por otros choferes que destacan por su amargura.