Aunque parezca impresionante, Chile es el cuarto país más “trabajólico” de toda la OCDE. Y ojo, que la abrumadora cantidad de horas que pasamos en la pega anualmente (2015, según consigna El Mostrador) no necesariamente se refleja en la productividad. 

Con tantas horas de trabajo, lo más probable es que sientas desgano por asistir a tu trabajo, sobre todo si lo haces por obligación o si te dedicas a un área que no te interesa. Esto te puede llevar a sentir un odio inexplicable hacia tu jefe, compañeros de trabajo o todo lo que se relacione a ello, provocando que descargues toda esa rabia con tu familia y amigos.

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 wan mohd| Flickr
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Este sentimiento es conocido como Síndrome de aversión al trabajo, “los orígenes de esta creencia tan instalada pueden ser diversos y se encuentran arraigados en lo más profundo de nuestra psique colectiva, interpretaciones religiosas, resentimientos sociales o sencillamente aprendizajes heredados de nuestras familias y grupos de influencia”, según señaló el coach y speaker internacional Oscar Cáceres al sitio Emol.

Según comentó el especialista, este síndrome es más común en grupos de profesionales o ejecutivos de alto nivel, pues en ese círculo podría ser mal visto explicitar el desagrado de trabajar. Esto lleva a tolerar lo inevitable, para así poder mantener el nivel de vida al que se está acostumbrado.

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Para lograr la detección de este síndrome, este entrenador elaboró una lista con siete síntomas comunes, agregando que “si sientes que uno de ellos te identifica, es probable que seas presa de este virus que como todos, trae sufrimiento e infelicidad a nuestras vidas”. Te invitamos a revisarlos:

1.- Sundayblues: Es la típica depresión del domingo en la tarde, ya que tienes la cabeza puesta en que ya se aproxima el lunes y con eso, una nueva semana de martirio. Tristeza y nostalgia son los sentimientos más latentes, los que aumentan a medida que pasa la tarde y llega la noche.

2.- Torpeza y sueño durante el lunes y alegría exacerbada por el viernes: Lógicamente, los días lunes se debería tener más energía, pues has descansado durante el fin de semana; siguiendo la misma línea, el viernes deberías estar muy cansado tras los largos cinco días de trabajo. Si andas al revés, lo más probable es que sufras este problema.

3.- Desagrado hacia las personas que trabaja: Pon ojo si te sientes saturado con tus compañeros de trabajo o tu jefe; es decir, si sientes que hablan incoherencias que no estás interesado en escuchar.

4.- Bendito Internet: Otro signo típico es ocupar lo máximo posible el teléfono, chatear y utilizar las redes sociales, sólo para ocupar minutos del día, esperando que acabe pronto.

5.- Enojo y estrés: Cuando llegas a tu casa ¿notan tu rabia y mal humor sin razón? ¿Sientes dolores de cabeza y mucho cansancio? Entonces deberías comenzar a preocuparte.

6.- Aislarse: Otra señal importante es evitar el contacto con los otros compañeros, llevándote a no querer asistir a reuniones que, a tu parecer, no tienen sentido.

7.- Descarga con el cliente: Si a la hora de atender un cliente de la empresa haces sentir tu rabia con ellos, los haces esperar más de lo habitual, los incomodas y tratas mal sin razón… entonces ya sabes cuál es el problema.

Según los síntomas, ¿ crees que sufres el síndrome de de aversión al trabajo?