8 claves para que tus hijos creen hábitos de estudio
Lograr que los hijos se concentren o dediquen ciertas horas al estudio no es fácil. Hoy es más entretenido salir a jugar o pasar horas frente a un videojuego. Es por esto que crear hábitos de estudio desde pequeños hace que los niños tengan un buen rendimiento en su desempeño escolar a lo largo de los años.
Los hábitos son actos que se adquieren poco a poco a través de la experiencia, con la práctica se acaban automatizando, de forma que se repiten habitual y regularmente.
Es por esto que en el aprendizaje es fundamental que los padres cumplan un rol activo. Siempre deben estar presentes, supervisar y colaborar con el niño a la hora de realizar los deberes escolares para que posteriormente pueda independizarse y no necesite de la presencia de sus padres para efectuarlos.
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Son muchos los casos en los que los estudiantes fracasan por una falta de prácticas de estudio, es decir, las acciones que ponen en marcha cuando estudian no son efectivas y no se obtienen los resultados esperados.
Según la psicóloga y coordinara educativa de Tutor Doctor, Leonor Corada, “el hábito es una manera de actuar constituida por un conjunto de acciones constantes, por lo tanto los hábitos se pueden adquirir. La adquisición del hábito requiere tiempo y experiencia, poco a poco se entrenan las acciones, de forma que se repiten regularmente, hasta adquirirlas definitivamente”.
Debido a esto es importante entrenar desde un primer momento a los niños en la construcción de buenos hábitos de estudio ya que esto va a determinar su éxito académico y la consecución de sus metas.
8 puntos clave para desarrollar hábitos de estudio, entregados por la especialista
1.- Cada estudiante debe tener una rutina de estudio.
Lo ideal es que el alumno logre crear una rutina adecuada de estudios. Eso reforzará sus habilidades académicas, y con ello podrá desarrollar estrategias de orden y organización, obligando a un trabajo diario que evitará el ‘a última hora’.
2. Dedicar todos los días 40 minutos para revisar cuadernos, tareas, trabajos o simplemente repasar.
Realizarlo siempre a la misma hora de manera que la mente del niño vaya programando sus horas de estudio.
3.- Los alumnos deben descansar después de su regreso del colegio.
Es recomendable que cada estudiante no realice mayores actividades tras volver de su establecimiento educacional, y pueda relajarse. Así una vez que retome el estudio podrá tener las energías suficientes para lograr mantener la concentración en lo que se desea aprender.
4.- Evitar estudiar por horas para aprender toda la materia.
La capacidad de concentración de un estudiante varía entre los 20 a 45 minutos, es por esto que a la hora de estudiar los alumnos no deben superar este periodo de tiempo.
5.- Tener un orden propio para estudiar.
Hacer un listado de las actividades que deben realizar diaria, semanal y/o quincenal, calculando el tiempo que conlleva realizar cada una de ellas y destacando las prioridades.
6.- Elegir un lugar adecuado de estudio
Es importante que siempre sea el mismo lugar, con buena iluminación, cómodo, lejos del televisor u otro distractor.
7.- Evita las distracciones
Evitar tener papeles o cosas que distraigan encima de la mesa donde se estudia. Remover todo lo ajeno debido a que dificulta la concentración. La idea es asegurarse de tener lo necesario antes de comenzar a estudiar para no tener que levantarse en la mitad de la sesión o tener un motivo de distracción.
8.-No estudiar justo antes de la prueba.
Esto puede provocar mayor estrés y lo más probable es que lo aprendido sólo se transforme en conocimiento superficial y de corto plazo. Lo importantes es repasar y entender la materia en paralelo a la que van pasando en el colegio. No “calentar” la materia antes de la prueba.