Si bien en WhatsApp podemos estar conectados a cualquier hora del día, es importante separar las conversaciones laborales de las casuales y eso fue lo que hizo un trabajador mexicano, cuya historia compartió en Twitter.

Iván Nava compartió en su red social capturas de pantalla de una conversación que tuvo con un cliente que lo llamaba insistentemente a altas horas de la noche.

“Seguramente, esto me va a meter en un broncón mañana en la oficina, pero de que se siente bien, se siente muy bien“, escribió Iván en Twitter al compartir su historia.

En la conversación se ve que el cliente lo llama insistentemente entre las 23:38 y las 23:40, además de decirle que necesita hablar urgentemente. Finalmente pierde la paciencia y escribe “Con una chingada, ve que estás en línea, contesta”.

Ante esa respuesta, Iván reaccionó enviándole un mensaje aclarándole su situación.

“A ver, permíteme Francisco, yo no trabajo 24/7 y te pido por favor midas tus palabras, ya en alguna ocasión tuvimos problema por tus modos de tratar a mi gente”, le escribió.

“A partir de mañana entrego tu cuenta a otro director y a mí déjame de chingar, no me interesa trabajar con un patán, mandón, soberbio y arrogante como tú. Que tengas buena noche”, finalizó para luego bloquear al cliente.

La publicación se hizo viral y actualmente tiene más de 100 mil me gusta. Los comentarios se dividen entre quienes apoyan al trabajador por poner límites mientras que otros usuarios decían que él debería estar disponible en cualquier caso.

Todo pasa por algo

Pero la historia continuó algunos días después, ya que el jefe de Iván lo contactó por WhatsApp para decirle que al evento de Francisco no le había ido bien, por lo que el mismo cliente requería de su ayuda durante ese fin de semana.

“No me gusta saber que las cosas no están saliendo bien en el evento, sobre todo porque la agencia y su reputación están de por medio”, respondió Iván y aceptó ayudar en el evento.

“Esto no significa que seguiré trabajando con Francisco, eso lo hago básicamente por ti y no por él“, aclaró a su jefe.

Iván contó que cuando fue a ayudar al evento, se encontró con una cachorrita Pitbull, que fue “lo mejor de todo” y que “todo pasa por algo”.

Finalmente, el trabajador fue llamado por Recursos Humanos, y aclaró que fue porque “el dueño de la empresa y el cliente me pidieron ayuda para sacar adelante el proyecto, ni me corrieron, ni me regañaron, ni me van a correr”.

“Me siento bien conmigo mismo. Sé que, si no le hubiera puesto un alto a esta persona, las groserías y el maltrato hubieran crecido, pues no era la primera vez que lo hacía. Nadie se merece eso. Todos, sin importar jerarquía, merecemos un trato justo, respetuoso y digno en nuestro ámbito laboral y en cualquier ámbito de nuestras vidas. La dignidad no se negocia”, puntualizó.