Alejandra Álvarez tuvo su época de gloria en la televisión hace más de una década, y tras algunos escándalos faranduleros se alejó definitivamente de la pantalla chica.

Este martes la otrora panelista volvió a la televisión en horario matinal gracias a La Mañana de CHV, donde relató un difícil momento por el que está atravesando.

Allí contó que a mediados de año se enteró de una noticia que la llevó a tomar decisiones radicales y que hoy la tienen sumamente estresada. Cuando estaba donando sangre para su papá, descubrió que padecía el Mal de Chagas, enfermedad infecciosa parasitaria tropical, generalmente crónica y ocasionada por un parásito encontrado en las heces de la vinchuca.

El tema es que el tratamiento médico es sumamente costoso, lo que llevó a Alejandra a tomar la decisión de vender la empresa de confección que poseía. Lamentablemente ese sería el comienzo de otra pesadilla, ya que el comprador la habría estafado.

Álvarez acusó a un sujeto de nombre Humberto Garbarini, quien aun no le pagaría los 100 millones de pesos que acordaron por la venta. Por lo que finalmente decidió ingresar el caso en la Fiscalía de Ñuñoa y este miércoles presentará una querella.

En este contexto, la expareja de Hernán Calderón reveló que ha tenido que recurrir a varias opciones para reunir dinero, y una de ellas es trabajar como chofer de Uber. Una experiencia que si bien no ha sido fácil la mantiene “ocupada” y con plata.

En conversación con La Cuarta aseguró que aun no empieza a pagar el tratamiento por lo que no sabe cuánto le saldrá, pero sí está al tanto que es un monto muy alto. “Sé que es una pastilla muy potente. Esta es una enfermedad que la tienen muy pocas personas (…) Se adquiere a través de la placenta, transfusión o picada de la vinchuca. El parásito se aloja en todos los órganos del cuerpo atacándote el esófago y el corazón“, dijo.

Esta dolencia ya tiene sus efectos en el diario vivir de Álvarez, pues hasta le cuesta comer. “Tengo problemas para deglutir, comer comida sólida, me canso“, explicó.

Respecto a por qué decidió aparecer en televisión para revelar su situación, aseguró que tuvo que ver solo con la estafa de la que fue víctima. “Fui a la tele porque he recibido muchas amenazas, esto lo vendí para pagar a los acreedores y la verdad es que siempre doy la cara. Este hombre ha estafado a mucha gente y sólo quiero que me pague, que la justicia haga su pega“, agregó.

Si bien no todas las personas que transporta la reconocen, comentó que generalmente las mujeres sí lo hacen y “se sacan el sombrero porque estoy tratando de seguir adelante”. En la misma línea, descartó volver a la pantalla chica. “Me sentí tranquila en el programa, la gente de la televisión me encanta, pero ya pasó mi cuarto de hora“, sentenció.