Gran conmoción han generado las acusaciones de abuso sexual y violación en contra del cantante Tito Fernández, por parte de tres denunciantes.

Es por esto, que el matinal de Chilevisión, La Mañana, se contactó con la esposa del artista, Lu Rivera, para que contara más detalles de las graves acusaciones.

En ese sentido, explicó que están “con un dolor terrible. No tan solo mío, sino de la familia. Es espantoso cuando se culpa a una persona de algo que no ha hecho. Nunca en mi vida había lamentando tanto algo como ahora de no poder decir nuestra verdad”.

Yo, principalmente, que soy la esposa, quisiera decir toda la verdad, todo lo que sé. Pero lamentablemente tenemos que esperar a que Tito declare para, recién, él como artista, como ícono chileno, pueda darle a su público la explicación que se merece”, agregó.

Pero eso no fue todo, ya que se dio el tiempo de argumentar que las tres hicieron todo de manera “solapada”. También descartó que se tratara de una secta y que lo que en realidad había era un instituto. “No sé cómo se llama… un centro. Por favor, Rafael, hazte una pregunta lógica. Estas señoritas acusan, las tres tienen el mismo discurso, que para mí ya es extraño, que entre 2009 y 2010, Tito las violó. Tito en ese tiempo tenía 67 años, 68 años, digamos que no estaba en la plenitud de su sexualidad. ¿Perfecto? Ya. Entonces, si él partió este Instituto en el año 88, hablemos de sus años mozos, ¿por qué nunca antes alguien salió diciendo que él la había violado?

Mientras continuaban la conversación, dijo que “ellas dicen que le tienen terror a él. Y si le tienen tanto terror, ¿por qué la primera demandante vino en enero de este año a ponerle los imanes a mi marido? ¿Tú me puedes responde eso, Rafael? Te lo estoy preguntando directamente”.

El animador rápidamente respondió “no sabría yo, y no soy nadie para responderte por información que en el detalle desconozco, Lu”.

“Pero sabemos que las víctimas tienen terror de enfrentar a sus agresores. ¿Tú me podrías responder eso? Por una cosa de sentido común, nomás. Por favor, Rafael”, insistió la entrevistada.

Ante la insistente pregunta, Rafael, notoriamente incómodo, señaló que “me complica, cada caso es muy diferente. Hay que ser solidario con las víctimas (…) cada situación es tan diferente. Sería muy irresponsable en aventurarme en un análisis así. Te respondo desde la prudencia”.