Un emotivo momento vivió Julio César Rodríguez, que fue el invitado de este miércoles en Llegó tu hora, ya que no tan sólo habló de su exitosa carrera televisiva, sino también de su difícil infancia en la región del Bío Bío.

Gran parte de su vida, el animador la vivió en Hualpén, donde se crió junto a su mamá, su abuela y su madrina. Su vida se dividía en una población y el colegio donde estudiaba, así que tal como lo menciona él “era como el pobre en el colegio, y el rico en la casa”.

“Mi familia no tenía plata para pagar el colegio, yo era becado porque jugaba a la pelota, era mi forma de sobrevivir. Mi colegio era un poco caro, y yo vivía en Hualpén. Ahí jugaba con chuteadores, pero en mi casa jugaba a pata pelada, porque si no, no entraba al grupo”, partió relatando el conductor.

Rodríguez comentó que su infancia no fue para nada fácil, ya que su familia siempre llegaba con lo justo a fin de mes. De hecho, recordó que cuando tenía 12 años, su mamá tenía un almacén con el que podía pagar las deudas.

“Tuve que haber tenido uno 12 años, y ahí entendía la frustración por los problemas económicos, mi mamá se levantaba a las 04 de la mañana a hacer pasteles, berlines. Teníamos una lavandería, lavábamos cortinas”, comentó Julio César, quien poco a poco comenzó a emocionarse con la historia.

En medio del relato, Julio César habló del momento exacto en que se dio cuenta que debía dar un giro en su vida: “Yo a los 13 años me paré en la esquina de mi población, que ardía con neumáticos por protestas. Ese día me paré con mi uniforme y mi bolsón, y yo dije ‘¿cómo salgo de aquí?’. Entendí que tenía que salir de ahí, porque no tenía oportunidad de crecer, como yo quería crecer”.

TVN
TVN
TVN
TVN

De ahí en adelante, el animador comenzó a poner su 100% en los estudios, sacando buenas notas y obteniendo los resultados necesarios para poder estudiar cinco años de medicina, antes de entrar a periodismo.

Julio César no evitó llorar al recordar todos estos momentos, ya que tiene claro que su familia dio todo para poder sacarlo adelante.

“Cuando me preguntas (Gonzalo Ramírez) por qué te emocionas cuando te ves de chico, porque sé que no soy yo, son muchos chilenos que sin la fuerza de los abuelos, los papás, no salen adelante. Hasta hoy yo sé que toda mi familia se postergó por mí, para que tuviera un pantalón decente, una chaqueta decente, un zapato decente, para pode estudiar donde estudiaba”, comentó entre lágrimas el animador.

TVN
TVN

Al final, el animador reconoció que nunca le había dicho a su familia lo muy agradecido que estaba por todo lo que hicieron por él: “Yo estoy en la tele, pero hay un tipo como yo que es doctor, abogado, que tiene un negocio chico, que si no hubiese sido por su familia que se postergó, que no tuvo nada, para que el más chico pudiera salir adelante y lograr hacer alguien, es un poco la historia de Chile”, concluyó.