Esta es la historia de un viaje que transformó la vida de una pareja de chilenos. Él, Cristian Riquelme, actor de reconocidas telenovelas. Ella, su esposa, Claudia Quinzio, abogada. Ambos dejaron atrás sus rutinas para hacer realidad un sueño: recorrer el continente americano de punta a punta con su van, sin prisas y sin obligaciones.
Cristián Riquelme estuvo tres años alejado de la televisión y también del país, viviendo una aventura junto a su señora, por toda América. Comenzaron en el pueblo esquimal Inuvik (ártico canadiense), hasta la Villa Las Estrellas, en la Antártica chilena.
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Todo comenzó con un sueño, el cual era recorrer el continente, el cual se volvió realidad en agosto de 2013 cuando él y su pareja emprendieron el viaje en Vancouver, Canadá y finalizó tres años después, en la Patagonia chilena.
Así, con tan sólo una camioneta y una casa rodante, se dedicaron a recorrer y a conocer las diversas culturas que componen esta gran franja de tierra que es América, pasando por países como Canadá, Estados Unidos, México, Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Colombia, Ecuador, Perú y finalmente Chile.
Con la idea de registrar su viaje, decidieron hacer este programa de televisión, De Alaska a Patagonia, el cual consta de 14 capítulos y será emitido próximamente por las pantallas de Canal 13, en Sábado de Reportajes de la tarde.
Fue el actor quien a través de su cuenta de Instagram que comunicó la feliz noticia con el siguiente mensaje: “¿Y si grabamos nuestro viaje y hacemos un registro completo de nuestra odisea? Corría el segundo semestre de 2012 y la conclusión final era contundente. Sí, lo haríamos. Sin saber de guiones, narrativa y planos nos compramos una cámara, un micrófono, y paneles solares para cargar las baterías. Nos llenamos de buenas intenciones y la intuición fue nuestro derrotero”.
Además agregó que “pasaron tres años y logramos a pulso y artesanalmente darle vida al proyecto. Los días de mucho sol y con los paneles al 100% eran aprovechados para quemar los CDs que luego algún chileno patiperro los llevaría a Chile para pasárselos a la única persona que creyó en este programa: Carolina Afandi, quien nos ayudó en la edición. @afandi_chile”.
Finalmente reveló que “después de tocar muchas puertas, hacer miles de planos, creer en nuestro proyecto y darle vida a nuestro programa, es que finalmente verá la luz. Muchos no creyeron y algunos vaticinaron fracaso. Especial valor le doy a mi Claudia que terminó haciendo planos profesionales y muy buena para la cámara. Querer es poder. Lo logramos”.
