El astro mexicano volvió a hacer polémica por lo papupérrimo de su show. Las pifias se dejaron caer a raudales en medio de una presentación el pasado fin de semana.

Desde un tiempo a esta parte, el intérprete de La chica del bikini azul ha faltado a su Palabra de Honor, desafinando a tal punto que no le puede echar la culpa ni a la noche, ni a la playa, ni a la lluvia.

El 2018 para Luis Miguel ha tenido puntos más altos que bajos, todo gracias al impulso que le reportó a su carrera el estreno de su serie en Netflix.

Los tiempos en que se le veía cantando mal, errático sobre el escenario y haciendo escándalos en los bares de los hoteles parecían haber quedado atrás, pero, como diría el Chapulín Colorado: no contaba con su astucia.

Es que el Sol de México se demoró media hora en comenzar con su espectáculo en el Auditorio Nacional del Distrito Federal, un hecho que auguraba que todo se complicaría, pues la orquesta tuvo que tocar la introducción de las canciones varias veces seguidas, pues Luismi no entraba nunca al compás.

Comenzaron a caer las primeras pifias, las que Micky no pudo revertir incluso con una selección de lo mejor de su repertorio, pues a esa hora los asistentes ya estaban enojados por la baja calidad del show y -nos imaginamos- por lo caro de los boletos.