La cantante de talla mundial Mariah Carey realizó una serie de confesiones que han dado la vuelta al mundo, llamando la especial atención de sus fanáticos, quienes por décadas han acompañado a la artista en sus mejores y peores momentos.

La intérprete declaró al suplemento Page Six de New York Post, que su autoestima es ‘frágil’ y aún recuerda aquellos momentos en que era una ‘pobre aspirante’ a convertirse en cantante.

Solo siento que soy un ser humano normal y merezco el mismo respeto que todos“, señaló Carey, agregando: “Siempre he tenido baja autoestima y la gente no lo reconoce“.

Mariah, quien también es madre de dos niños, confesó que intenta darse cuenta a diario qué tipo de respeto merece, pero realmente no puede.

A pesar de su glamorosa apariencia y fama mundial, la estrella pop admitió que alberga muchas inseguridades, agregando que su origen birracial la ha llevado a cuestionarse su propia posición social. “Crecí de manera diferente, tengo origen birracial y había un montón de cosas en las que no sabía si encajaba. Por eso la música se convirtió en una parte tan importante de mi vida, porque me ayudó a superar todos esas situaciones, pero a veces es difícil bajar la guardia“, explicó.

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La intérprete aclaró, de paso, que aún duda de la sinceridad de la gente que la rodea. “Me digo para mí misma: ‘¿Querían decir eso o no realmente?’ Y eso es con todo el mundo, no solo con dos o tres personas“.

Por último, pese a la fortuna que ha creado con su carrera, Carey aún recuerda esos días en que solo era una niña pobre que soñaba con triunfar. “Recuerdo que no fue para nada fácil conseguir un contrato discográfico. Haciendo ‘demos’ en medio de la noche, durmiendo en el piso del estudio, muriendo de hambre. A veces con un amigo dividíamos pasta y salsa para una semana, o comíamos un pan con té en todo el día, eso era todo lo que teníamos“, remató.