La teleserie nocturna de TVN vive intensos capítulos, prueba de ello fue la agresiva y lujuriosa posesión que vivió Carmen Marín.
Vitalia quitó las amarras que contenían a Carmen, esperando que cometiera alguna acción que le sirviera a Joaquín para publicar en el periódico local. Libre, Carmen fue rumbo a la capilla donde -fuera de sí- comenzó a recitar el libro del Apocalípsis y a tocarse de forma provocativa. Las niñas del convento llegaron al lugar y quedaron aterradas con su comportamiento.
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Vitalia decidió enfrentar a Carmen y exigirle que se detuviera, pero “la Marín” se levantó y muy intimidante, se acercó a la hija menor de los Mackenna y comenzó a tocarla y a besarla sin dejarla resistirse.
Sor Beatriz también recibió los insultos de Carmen. La hermana intentó detener el pecaminoso espectáculo con una bofetada, pero Carmen la golpeó sin remordimiento arrojándola al suelo, comenzó a desvestirla y le arañó el cuello dejándola herida. Finalmente el padre Raimundo fue el único que pudo calmar a la endemoniada.
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