Recurrir al ‘lado oscuro’ y utilizar la ansiedad y la rabia puede provocar más éxito que la diversión y la relajación, pero a costa de la salud.

Esto según un estudio de la Universidad de Essex (Reino Unido), que ha identificado científicamente las 12 emociones que alimentan el éxito y repercuten en él.

¿Qué dice este estudio?

A pesar de considerarse sentimientos negativos, los investigadores han demostrado que la ansiedad y la ira son energizantes.

Sin embargo, estos sentimientos más oscuros están relacionados con la falta de pensamiento estratégico y la mala salud.

Incluyendo íntomas psicosomáticos relacionados con el estrés, como dolores de cabeza, náuseas, dolor de espalda y falta de sueño.

El estudio descubrió que las percepciones positivas y los sentimientos de control conducen al disfrute del aprendizaje.

Así, se descubrió que si dos estudiantes con la misma capacidad realizaban un examen, el estudiante esperanzado sacaba una nota más que su compañero de mentalidad negativa.

Esto puede significar que la persona menos optimista obtendría un suspenso, mientras que el estudiante positivo se llevaría a casa una nota aprobatoria.

“El estudio muestra cómo las emociones de éxito se relacionan con aspectos fundamentales de nuestras vidas”, detalló el director del estudio, Reinhard Pekrun.

“Curiosamente, descubrimos que sentimientos como la ansiedad y la ira a veces nos motivan más que el disfrute o la relajación“, agregó.

Sin embargo, a pesar de su poder energizante, esta ansiedad puede provocar problemas de salud mental, socavar el funcionamiento del sistema inmunitario y, a largo plazo, reducir el rendimiento.

“En general, la esperanza era la forma más sana y mejor de desencadenar el éxito y promover la felicidad a largo plazo. El fracaso y la lucha como tales no definen el futuro de uno, es la percepción de los fracasos lo que tiene un fuerte efecto en las respuestas emocionales”, apuntó.

¿Quiénes participaron?

En el estudio han participado estudiantes de varias universidades y la población adulta en general. Se llevó a cabo en cuatro países: Gran Bretaña, Alemania, Estados Unidos y Canadá.

Se evaluó a más de 1.000 personas y se las evaluó en diferentes situaciones desafiantes en la universidad y el lugar de trabajo.

Ahora se espera que la investigación influya en la forma en que entrenadores, profesores y directivos inspiran los logros.

Las conclusiones demuestran que puede ser importante que los líderes muestren entusiasmo para despertar la ilusión y la esperanza en colegas, estudiantes y deportistas.