Un diagnóstico de cáncer siempre es difícil de afrontar, pero en pandemia la respuesta del paciente y su estado anímico puede verse aún más afectado.

Así lo afirma María Paz Marín, psicóloga oncológica de Clínica Ciudad del Mar.

“Las personas y familias que están atravesando por una situación de cáncer están ante una constante adaptación a cambios, sumándose a esto la situación de COVID-19. Es probable sentir aún más temor y pensar que se está en una situación de mayor riesgo”, señaló.

La profesional indicó que, por este motivo, es importante hablar con el médico tratante acerca las decisiones respecto a tratamientos y de las dudas y temores que razonablemente surgen tras el diagnóstico.

Marín también recomendó realizar consultas respecto a qué hacer si se presentan síntomas de coronavirus o alguna urgencia relacionada con el cáncer.

“En el caso de cuidadores, se puede experimentar temor por contagiarse, no poder ejercer los cuidados y tener que delegar, y además, de contagiar a quien se cuida. Es útil tener preparado un plan si ocurre esta situación”, comentó.

Cómo afecta emocional y psicológicamente

Tal como mencionamos anteriormente, recibir un diagnóstico de cáncer, en cualquier etapa, puede provocar un fuerte impacto emocional en la persona y su entorno.

Lo anterior, pues la psicóloga explicó que “esta enfermedad suele tener una connotación social negativa, asociándose comúnmente a sufrimiento y muerte”.

En esta línea, Marín indicó que las reacciones ante un diagnóstico de cáncer varían en cada persona, pero que las emociones que suelen manifestarse mayormente son: miedo, negación, tristeza y rabia.

Sin embargo, la especialista aclaró que no todas las personas presentan emociones negativas.

“También ocurre que algunas personas dotan la experiencia de cáncer de sentido. Esto suele darse cuando ya se han pasado algunas etapas de la enfermedad, y se empiezan a reconocer las propias capacidades que han colaborado en afrontar el cáncer. Como todo, es un proceso personal”, detalló.

Martín explicó que “cada etapa de la enfermedad (diagnóstico, tratamiento, alta y retorno a actividades cotidianas) tiene sus propios desafíos, y es posible experimentar y reexperimentar las emociones antes descritas”.

Lo anterior no significa un retroceso, por el contrario, “las emociones y pensamientos son reacciones a una situación que no se esperaba, y a la que debemos esforzarnos por adaptarnos”.

Recomendaciones

Teniendo en cuenta lo anterior, la psicóloga entregó 4 consejos para afrontar un diagnóstico de cáncer

Mantener una relación de confianza con el equipo tratante. Recordar que se es el protagonista del tratamiento, por tanto, sus preguntas e inquietudes son información valiosa. Además, tomar una parte activa en la situación favorece la adaptación y a tener sensación de control.

Buscar apoyo en personas de confianza, manifestar el cómo se siente.

Identificar emociones y pensamientos negativos, y buscar maneras de resolverlos tanto con el entorno, como con profesionales de su equipo (médico, enfermera, psicólogo, etc.)

Recordar que esto es una parte de su vida, por tanto, es importante intentar continuar y adaptar a los cuidados las actividades y roles que lo hacen sentir bien.