De seguro más de alguna vez le compraste a tu hijo una barra de cereal para que llevara al colegio, incluso con la intención de reemplazar un desayuno. Pero, ¿son realmente saludables?
En este contexto, Marco Urra S., nutricionista y diplomado en Nutrición Deportiva, explicó a Página 7 cuáles son sus verdaderos componentes y los riesgos de su consumo diario.
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En primer lugar, el especialista aclaró que por ningún motivo este tipo de barras de cereal reemplazarán una buena alimentación con proteínas de origen natural, carbohidratos y grasas saludables.
Con respecto a si es o no recomendable para el desayuno, todo dependerá de su origen. “Si son caseras es una alternativa rápida para acompañarla con alguna fruta y lácteo en momentos donde no hay mucho tiempo para algo más elaborado“, explica.
Asimismo, destaca que en cuanto a su calidad nutricional, son una muy buena fuente de fibra, grasas poliinsaturadas, proteínas, vitaminas y minerales.
No obstante, si se trata de barras de cereal compradas en el supermercado, es fundamental leer detalladamente sus ingredientes.
“Solo las recomiendo en casos extremos, como cuando el escolar o adolescente practica un ejercicio de alta intensidad, y saben que no van a comer nada hasta 3 horas después de haber finalizado esta actividad”, plantea el especialista.
¿Qué porcentaje de azúcar tienen?
Por otra parte, indicó que dependiendo del valor monetario de la barra de cereal, los porcentajes de azúcar pueden variar desde un 11% hasta un 20%. Incluso en “algunos casos puede llegar a alcanzar hasta un 50%“, advierte.
“Este porcentaje es reflejado en distintos tipos de azúcar”, apuntó, poniendo de ejemplo el jarabe de alta fructosa, de glucosa, de maíz, maltodextrina, entre otras.
En cuanto a los ingredientes de estas barras, el nutricionista devela que la industria alimentaria utiliza la proteína más barata para crear sus productos y “así poder poner que tiene gran cantidad de estos nutrientes en el etiquetado”.
“Es el caso de algunas barras de cereal de menor valor que se encuentran en el mercado. La mayor cantidad de proteína que tiene esa barrita es de soya, mientras quienes las compran y consumen creen que es una proteína de buena calidad nutricional“, revela.
A esto se suman los altos niveles de azúcar, sodio, conservantes, preservantes y otros ingredientes.
“Lo ideal es siempre consumir alimentos de origen natural, evitar las cosas que vienen envasadas y que solo contienen productos químicos en sus ingredientes”, agrega, recomendando leer la información presente al reverso del envase.
Las consecuencias de un consumo excesivo
Según explica el nutricionista, una de las consecuencias del consumo diario y excesivo de estas barras, es que puede influir en el aumento del colesterol total (perfil lipídico) y triglicéridos.
“Por ejemplo la insatisfacción en sí del alimento, por no presentar una mayor saciedad al momento de consumirlo“, añade.
Finalmente, advierte que en algunos casos pueden provocar caries dentales en los escolares, “por el exceso de azúcar que presentan”.
