El próximo 31 de mayo se celebra el Día Mundial sin Tabaco, fecha en la que se reflexiona sobre los daños que causa este mal hábito y que diversas organizaciones han llamado a relevar en medio de la pandemia de coronavirus. Esto, con el objetivo de generar conciencia sobre cómo el tabaquismo agrava los síntomas del COVID-19.

Según la OMS, diversos estudios han concluido que los fumadores tienen mayor probabilidad de desarrollar síntomas graves y fallecer a causa de esta enfermedad. Esto adquiere mayor relevancia considerando investigaciones en EE.UU. y España que apuntan a que durante la crisis sanitaria mundial ha aumentado el consumo de cigarrillo.

El tabaquismo es la principal causa de cáncer de pulmón. “A partir de un cigarrillo al día aumenta inmediatamente la incidencia de cáncer.  Es importante señalar que los filtros ligth o ultra ligth no tienen ningún efecto real”, señaló Mildred Mayr, enfermera de Grupo Medical.

En ese contexto, La toxicidad del humo del tabaco afecta la biopelícula protectora de los pulmones, lo que daña el mecanismo natural del órgano para librar la batalla contra el COVID-19 y empeora los síntomas respiratorios.

La profesional de la salud señala que “el humo del tabaco es particularmente nocivo con los pulmones, ya que produce irritación en las vías respiratorias y disminuye la capacidad pulmonar. Por otro lado, aumenta las secreciones lo que causa tos, muchas veces crónica”.

De acuerdo a Mayr, estudios realizados en Europa y EEUU muestran la asociación que existe entre el tabaquismo y el COVID-19: “Hay estudios histológicos e inmunológicos que han evidenciado que un tipo de receptor de nuestro sistema inmunológico es clave en la respuesta inmune frente a la nicotina, que sirve de anclaje del SARS-CoV-2019″.

“Esto quiere decir que la nicotina deja expuestos estos receptores, los que se fijan o unen con más fuerza al coronavirus, aumentando la gravedad de la infección pulmonar”, alertó.

“Fumar con COVID-19 es aún peor”

Así, diversas investigaciones señalan que el tabaquismo se asocia al desarrollo de síntomas más graves del cuadro de coronavirus según el médico epidemiólogo del servicio de neumología del Hospital Universitario de la Princesa de Madrid, Joan B. Soriano, los fumadores tienen el doble de probabilidades de ingresar a la UCI por COVID-19 cuando se les compara con personas que no tienen este hábito.

La enfermera remarca la gravedad del aumento de los consumidores de cigarros.  “Efectivamente el estrés de las cuarentenas en pandemia ha llevado a muchas personas a volver al tabaquismo o a aumentar la frecuencia de consumo. Por eso es aún más relevante crear consciencia respecto a lo perjudicial que es esta adicción”, subrayó.

Hay investigaciones que han demostrado que hasta el cerebro se ve afectado por el tabaquismo. A largo plazo, el hábito de fumar comienza a afectar la capacidad de resolver problemas y tomar decisiones, e incluso puede acelerar el proceso de envejecimiento del cerebro”, argumentó Mayr quien agregó que “fumar es malo, fumar con COVID-19 es aún peor”.