De acuerdo a la dietista-nutricionista deportiva y clínica Raquel Capel, realizar algunos cambios en la despensa y refrigerador puede ayudarte a comer más saludable.
La profesional detalló al portal español ABC que esto recae en la priorización de los alimentos más sanos y el reemplazo de aquellos que son ultraprocesados o que son altos en grasas y calorías.
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1. No al azúcar añadido
“Sustituir determinados alimentos por aquellos similares sin azúcar añadido. No se trata de renunciar de golpe a alimentos más sabrosos o palatables que han formado parte de nuestra alimentación durante mucho tiempo, sino de mejorar esas opciones eligiendo otras que sean más saludables”, explicó Capel.
En este sentido, la también entrenadora personal aconsejó reemplazar algunos postres lácteos, chocolates, panes de molde, mermeladas e incluso salsas, como el kétchup.
“Es perfectamente factible tener aliños o salsas en nuestro refrigerador que no tengan azúcar añadido. Así, podremos hacer la transferencia de este tipo de alimentos tan cargados de azúcar en su versión tradicional, y conseguiremos comer un poco mejor sin renunciar a ese capricho culinario”, afirmó.
2. Alimentos bajo en sodio
“Elegir opciones de alimentos bajos en sodio. Muy de la mano del punto anterior, es la sustitución de alimentos ricos en sodio por otros similares. Como puede ser el caso de una salsa de soja, pan o incluso la mantequilla”, añadió.
3. No preferir los productos precocidos
La nutricionista recomienda que los productos precocidos se consuman solo de forma ocasional. Además, recalcó que se prefieran aquellos que tengan pocos ingredientes y que estos sean de buena calidad. Por ejemplo, si uno de estos platos contiene aceite, que sea de oliva y extra virgen.
4. Legumbres en frasco vs. en lata
“Elegir las legumbres en frasco de vidrio, mucho mejor que los preparados de lata. Las primeras suelen llevar agua, sal y nada más, resultando una opción perfecta para preparar un plato de legumbres muy nutritivo y muy bajo en calorías. Sin embargo, los preparados que van enlatados suelen estar cargados de grasas de baja calidad, además de tener muy bajo nivel nutricional”, explicó.
5. Verduras congeladas
Raquel indicó que hay que tener precaución con las verduras congeladas, pues algunas las venden “cargadas de sodio y grasas de mala calidad”. En caso de las que vienen en conserva, al igual que las legumbres, la diestista aconsejó preferir las que vienen en frasco de vidrio.
6. Queso bajo en grasa
Sin duda un alimento muy popular, favorito en tablas de picadillo, así también como acompañante del pan en las onces. Pero lo cierto es que este puede traer bastante grasa y calorías.
Por último, la buena noticia, comentó Capel, es que existen “múltiples opciones que pueden ayudarnos a mantener el queso en nuestras neveras, más bajas en grasa, que no incrementan en exceso la ingesta calórica diaria y que, a su vez, no desplazan otras fuentes de grasa que sí son necesarias”.
