“Para gustos los colores”, es un dicho que tiene mucha razón a la hora de elegir una fruta.Si bien sabemos que un plátano verde no sabe igual que uno maduro, ¿será uno mejor que el otro?
Entre los múltiples mitos que existen sobre las frutas -“tienen mucha azúcar“, “no se deben comer tarde“, entre otros.-, la más castigada de todas es el plátano: muchos creen que es calórica, engorda y que por esas razones (y entre tantas otras) no se recomienda para adelgazar.
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¿Pero, son estos mitos verdad? Según respondió a la ABC, la nutricionista Ana Núñez, 100 gramos de esta fruta aporta 95 kilocalorías, aunque para la experta esto no significa nada, pues en lo que deberías fijarte es en su aporte nutritivo.
El plátano “es una fruta especialmente saciante, rica en fibra (uno 3,4 gramos cada 100 gramos) y, además, te aportará minerales como el potasio (350 mg), el magnesio (38 mg) o el fósforo (28 mg)“, señaló Núñez.
Además, en defensa de las frutas dijo que siempre en conveniente revisar lo que leemos y qué es importante comer frutas todos los días: “la que te guste y en el momento del día que te apetezca (…) no pongamos etiquetas negativas a alimentos saludables como el plátano“.
¿Verde, amarillo o café?
El plátano, además de ser una fruta nutritiva, también tiene múltiples beneficios que varían en función de su punto de maduración.
“Cuando está verde tiene más almidón, por lo que su digestión es más lenta. En este momento es un interesante prebiótico porque tiene almidón resistente, así que será un estupendo alimento para tus bacterias intestinales y la ocasión ideal para consumirlo”, explicó Núñez.
Cuando está amarillo, es un alimento rico más rico en fibra y bajo en azúcares. En cambio, cuando está maduro y café, “aportará menos fibra y mayor concentración de azúcares. El almidón pasa a ser fructosa cuando madura el plátano”, dijo la nutricionista, aunque te dará más energías y más potasio, por lo que puedes utilizar como snack cuando haces ejercicio o para recuperarte del mismo.
De hecho, maduro lo puedes utilizar para endulzar de manera natural varias preparaciones, como las que propuso Núñez:
– Machacarlos como puré y utilizarlos para untar una tostada.
– Hacer galletas de plátano y avena.
– Para hacer pan de plátano y muffins sin azúcar.
– Helados de plátano.
– Plátanos a la plancha como guarnición o postre.
– En batidos de avena, con bebida vegetal o leche, cacao en polvo 100% y canela.
