La rutina de de limpieza facial es muy importante, sobre todo para quienes suelen ocupar maquillaje todos los días o están expuestos a contaminación.
En este sentido, es muy importante retirar todas las impurezas antes de acostarnos, y no basta solo con lavarse la cara con jabón.
Según detalló la revista Harper’s Bazaar, este es un error que muchos cometen: pasar un algodón con agua micelar o agua con un producto facial y luego irse a la cama, pensando que su rostro ya está completamente limpio.
Lo anterior no garantiza que las impurezas aún estén “haciendo de las suyas” en tu piel y que, potencialmente, provoquen granitos o acné.
Los pasos claves
Cuando el día terminó y es hora de acostarse, lo principal es retirar el maquillaje y las impurezas que se adhirieron durante el día. Para esto es necesario lavar la cara dos veces..
Harper’s Bazaar recomienda empezar con un desmaquillante o agua micelar, y luego aplicar otro limpiador que termine por retirar los residuos.
Actualmente existe una gran variedad de productos que ayudan a este segundo paso, como limpiadores en gel y crema, cuyas fórmulas llegan donde la primera limpieza no llegó.
Al día siguiente, cuando despiertas, es importante limpiar nuevamente el rostro para eliminar el exceso de aceite y suciedad acumulada durante el sueño.
En este escenario, el dermatólogo Daniel Asz Sigall detalló a la revista Vogue México que no hay que exagerar con la limpieza y dos veces al día es suficiente: en la mañana, antes de aplicar bloqueador, hidrante y maquillaje; y luego en la noche, para retirar todas las impurezas.
Lo anterior, pues si se realiza una rutina más de dos veces al día estaremos destruyendo la flora bacteriana y el sebo que necesita la piel para protegerse.
Respecto a la exfoliación de la piel, la dermatóloga Lidia Maroñas señaló a la revista ¡Hola! que es un “hábito excelente” para una rutina de limpieza, pero tiene que ser controlado.
Por último, Maroñas recordó exfoliar el rostro máximo 3 veces por semana, jamás todos los días y con productos aptos para cada tipo de piel, prefiriendo siempre los menos abrasivos y que no irriten la piel.
